Cruyff cambió la historia del Barça
Si hoy el Barça es hegemónico en España y en Europa es, entre otras cosas, gracias al sello de Cruyff
Cuando, de pequeño, de la mano de mi padre y de mi abuelo, vimos jugar a Cruyff en el Camp Nou nunca pensamos que aquel holandés flaco iba a cambiar la Historia del Barça. Pero tras 13 años de sequía, coincidiendo con la marcha de nuestro Luis Suarez -ahora en el Carrusel- Cruyff nos dio la primera Liga tras una primera extraordinaria victoria contra el Granada en el Camp Nou y, a partir de ahí, una cadena de victorias hasta el título.
Cruyff, decía mi padre, tenía un cohete en el trasero, de manera que salía disparado como un turbo cuando le acosaban los adversarios, todo nervio, delgado y fibrado. Hasta el punto, recuerdo, que dos contrarios chocaron cuando iban a por él y Cruyff saltó sorteando su envite. Cruyff, extremadamente rápido, controlaba el balón con los dos pies, y su cambio de ritmo- ese cohete en el culo- resultaba letal para sus adversarios.
Al final él devolvió la alegría al barcelonismo de la mano de Armand Carabén, responsable del éxito de su fichaje.
Pero nadie esperaba que, con él, naciera la actual hegemonía azulgrana, ya que con Cruyff como entrenador el “Dream team” forjó un fútbol de fábula, embrión del Barça triunfal actual, evolucionado por Rjkaard, Guardiola, Tito Vilanova y Luis Enrique. Su fútbol de ataque nos llevó a la primea Copa de Europa, en Wembley, tras las debacles de Berna y Sevilla. Jugó con tres defensas y no le importaba encajar cuatro goles si, al final, se imponía por 5 a 4, y así ganó cuatro Ligas seguidas, a pesar de alguna carambola.
El fútbol de Cruyff entronca, de hecho, con el Barça de “los húngaros” con Daucik y Kubala a la cabeza. La obsesión por tener el balón, por el pase, por buscar el espacio, la velocidad, la mentalidad ofensiva, el fútbol de conducción y de cambio de ritmo de Cruyff cuyo ”sprint” le permitía salir disparado cuatro o cinco metros del acoso de sus adversarios.
Si hoy el Barça es hegemónico en España y en Europa, si hoy gana más de la mitad de las Ligas, cuando antes ganaba dos en treinta años, si ahora encadena su novena presencia consecutiva en cuartos de final de la Copa de Europa, es, entre otras cosas, gracias al sello de Cruyff, que le ha hecho tener una identidad y una idea de fútbol que le hace singular en el mundo.