El balón llora por Johann Cruyff
No hay quien se siente sobre la pelota. Llora el balón desconsolado porque se ha ido Johan Cruyff, el dueño del secreto
El revolucionario que inoculó un fanático y desesperado amor por la pelota. Sin él no se entiende el Barça actual. Ni la España actual. En tiempos de prodigios físicos, jugadores altos, fuertes, corpulentos, Johan miró al balón y descubrió que el fútbol era algo muy sencillo. “Si tú tienes la pelota, no la tienen los otros”. Y con el balón construyó un imperio provocando un cambio de hegemonía en el fútbol español. Donde mandaba el Madrid, empezó a dominar el Barça. Pero no fue ese su mayor legado. Ni mucho menos.
La obra de Cruyff es de tal magnitud que trasciende más allá de una camiseta. Pertenece a todos. Tuvo una idea, pasarse el balón como si estuvieran en el patio del colegio o en las calles de Amsterdam, y la defendió con vehemencia, sosteniéndola en los peores momentos. Tuvo una idea. Y valentía para aguantar. Tuvo una idea y carácter para no venirse abajo. Tuvo una idea y el fútbol cambió para siempre.
<p>El exjugador del Barça no puede aguantar la emoción al recordar la figura de Cruyff</p>
Hijo de la ‘naranja mecánica’ holandesa, más recordado siempre pese a ser la perdedora que la Alemania triunfal, padre del Barça del ‘Dream Team’ y abuelo del Barça de Rijkaard y del Barça de Guardiola y bisabuelo del Barça de Luis transformó este deporte.
Se ha ido Cruyff, pero continúan los ‘cruyffistas’, apóstoles de una religión que tiene fieles en todos los rincones. Pero ya no tiene la pelota a su dueño.