El retraso de los nuevos submarinos S-80 costará 120 millones de euros

La primera unidad del S-80 debía haber estado lista en 2013, pero el nuevo submarino en el que trabaja Navantia en los astilleros de Cartagena ha afrontado en últimos tres años diversos problemas de construcción debidos a fallos en el diseño relacionados con el balance de pesos. Navantia emprendió hace dos años un proceso de “rediseño” del sumergible que se espera concluya en los próximos meses, lo que hace prever un nuevo retraso de varios años en la entrega.

Los problemas en la construcción de S-80 han impedido la sustitución progresiva prevista inicialmente entre la serie 70 y la 80 y ha forzado a la Armada a replantear la sustitución de los viejos submarinos y alargar su vida útil. En 2014 el Gobierno aprobó la modernización (gran carena) del submarino Tramontana por un importe de 42,9 millones de euros con el objetivo de tenerlo disponible hasta el 2019 y que así la Armada pudiese mantener al menos dos unidades operativas.

Ahora, dos años después, si bien el rediseño del S-80 está cerca de concluirse, la entrega de la primera unidad no tiene fecha definida. De este modo y previendo posibles retrasos adicionales más allá de 2018, la Armada, según aseguran fuentes del departamento, ha planeado ya la gran carena del Mistral y del Galerna. La modernización de estos dos sumergibles tendrá un coste previsto por la Armada de más de 80 millones de euros. El nuevo Gobierno tendrá que decidir si da luz verde a estas nuevas “actualizaciones” para conservar las actuales capacidades del arma submarina. De hacerlo, el coste de los sucesivos retrasos en la construcción del S-80 habrán supuesto cerca de 120 millones de euros.