El Atlético gana pensando en el Bayern

Madrid

Simeone sorprendió a todos con un once muy diferente al habitual. No se sabe si por el desgaste que hizo el equipo ante el Bayern o por el que le queda por hacer el martes en la vuelta de las semifinales de la Champions.

Independientemente del motivo, el Cholo dio la oportunidad a Gámez en el lateral, volvió a poner en el centro de la defensa a Lucas, quiso innovar en el centro del campo con Óliver Torres, Thomas y Kranevitter, y arriba metió a Vietto y Correa.

No funcionó la fórmula. Se echó mucho en falta el trabajo de Koke y Saúl y la presión que hacen Torres y Griezmann en la salida de balón del equipo contrario. Le faltó al equipo esa garra que le caracteriza, lo cual es un problema cuando tienes enfrente a un rival que quiere tener el balón.

Por eso en el primer tiempo hubo ocasiones en las dos áreas. Embarba dio más de un quebradero de cabeza a la defensa del Atlético. También Miku, que realizó un disparo casi sin ángulo que atajó sin problemas Oblak.

El guardameta esloveno fue el mejor del equipo en la primera mitad del encuentro. Al Calderón le habría gustado que lo fueran Óliver Torres y Vietto, pero demostraron que les falta mucho para quitar el puesto a los titulares del once rojiblanco.

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Solo Correa intentó romper la tónica de un encuentro en el que el Rayo hizo muchos méritos para sacar un empate. Y como Simeone -en el palco- supo desde el primer momento que con eso no valía, aprovechó el descanso para meter en el terreno de juego a Koke y dar descanso a Gabi.

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Fue solo la primera fase de su nuevo plan. Antes de que se cumpliera el minuto diez de la segunda mitad entraron Griezmann y Fernando Torres por Vietto y Oliver. No tardó en hacerse efectiva la utilidad del cambio. En un abrir y cerrar de ojos Griezmann adelantó al Atlético para rebajar algo la tensión del Calderón. Aprovechó el francés un balón mal despejado por la defensa franjirroja para armar un zurdazo que Juan Carlos no pudo atajar.

No entregó sus armas al Rayo. Siguió viviendo el choque con presión. Incluso saltaron chispas entre Paco Jémez y Bebe en una acción difícil de calificar...

Tuvo Torres la sentencia en sus botas cuando recibió solo ante Juan Carlos después de un gran pase desde la derecha de Griezmann, pero el ídolo de la afición definió mal dando argumentos a los que abogan porque resuelve mejor las jugadas en las que no tiene que pensar.

El equipo de Paco siguió a lo suyo y no renunció a irse del Calderón sin puntuar. Mientras, en el banquillo rojiblanco parecía que era Gabi el que llevaba la voz cantante. Se vio al capitán lanzar constantemente indicaciones a sus compañeros en una de las imágenes más curiosas de la jornada.

Hubo nervios en las filas rojiblancas en la recta final del partido. El Rayo lo intentó con todo en una nueva muestra de su valentía y su carácter. Tampoco se rinden nunca los de Paco, y menos cuando los puntos le resultan imprescindibles para certificar la salvación.

El Atlético sufrió... y ganó. Pocos se acuerdan de que hace un tiempo el Calderón sufría y perdía. Es lo que pasa cuando un equipo alcanza un nivel que le permite pelear por la Liga y la Champions con los más grandes.