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ENERGÍA NUCLEAR EN FRANCIA

Escándalo en Areva por falsos controles de calidad en centrales nucleares

Unos 400 protocolos de reactores nucleares, en el foco de la investigación

El EPR (European Pressurized Reactor) de Flamanville / EDF.COM

El EPR (European Pressurized Reactor) de Flamanville

París

El gigante nuclear Areva ha admitido que unos 400 protocolos de material para reactores nucleares están alterados. Las informaciones de control de calidad de material diverso producido para centrales en Francia y otros clientes en todo el mundo fueron falsificadas durante años para elevar los niveles de calidad de manera ficticia.

El escándalo revelado por el diario ‘Les Echos’ pone contra las cuerdas al mayor conglomerado del mundo en industria atómica e incluso a la Autoridad de la Seguridad Atómica (ASN) que no detectó las irregularidades.

Los documentos trucados corresponden en parte a elementos vendidos para centrales que funcionarán durante cuarenta y sesenta años, de ahí la inquietud de las anomalías. “Los clientes de Areva podrían pedir cuentas al fabricante”, indica el diario.

Perteneciente al Estado francés en un 87%, Areva se encuentra en proceso de rescate por su principal cliente, EdF – mayor operadora de energía también de control público.

Precisamente han sido los defectos en la construcción de los dos reactores de tercera generación, uno en la localidad francesa de Flamanville y el otro en Finlandia, los que han puesto al borde de la quiebra a la estrella mundial de la energía nuclear.

El EPR (European Pressurized Reactor) de Flamanville, vendido ante la opinión pública mundial como el más seguro del planeta, supera los siete años de retraso. Ya ha costado más de 9.000 millones, el triple de lo previsto. Su producto gemelo, el EPR de Finlandia, no podrá entrar en servicio antes de 2018, nueve años después de lo programado. Los dos reactores en construcción en China con tecnología francesa acumulan ya tres años de problemas, sin fecha para su puesta en marcha.

En Flamanville se detectaron fisuras en la cuba de acero y níquel (de 425 toneladas) que contiene el corazón del reactor. Fue al realizar la auditoría cuando los investigadores hallaron las citadas irregularidades en los controles de calidad.

Areva emplea a 45.000 personas. Su unidad de renovables creó junto a la española Gamesa una sociedad para cooperar en energía eólica marina.

 
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