Bale mete al Madrid en una nueva final de la Champions ante el Atlético

Madrid

El Real Madrid volverá a jugar una final de la Champions, algo que no le es nada ajeno, ante un Atlético que empieza a acostumbrarse a circular por ese terreno. Volverá a ser un choque frontal de estilos, el de Zinane y el del Cholo, en la segunda final entre vecinos -como la de hace dos años entre estos dos mismos equipos- de la historia de la competición. Otra vez, el mejor derbi del planeta decidirá quién es el mejor equipo de Europa.

Isco y Jesé fueron los elegidos por Zidane para suplir las bajas de Casemiro y Benzema en esta vuelta de semifinales. Pero su participación no fue relevante porque el City de Pellegrini no obligó demasiado al equipo blanco. Muy cómodo a lo largo de todo el encuentro, el Madrid nunca se partió.

Cuando tuvo la pelota, el City nunca le metió velocidad. Ni por dentro ni por fuera. Por eso Kroos se sintió cómodo en la posición que ocupa últimamente Casemiro. Y a partir de ahí, el equipo de Zidane se dedicó a buscar ese gol que, en principio, le bastaba para volver a enfrentarse al Atlético en una final de la Champions League.

El tanto no tardó en llegar. Después de un buen cabeceo de Cristiano que se marchó por encima del marco de Hart. Ese no era su momento, sino el de un Bale que sigue creciendo a medida que avanza la temporada. Recibió el galés de Carvajal -en uno de sus mejores partidos como blanco- y su centro al segundo palo se convirtió en un disparo a la escuadra del marco de los ingleses.

Al Madrid nunca le vale con el 1-0 y, fiel a su historia, insistió para resolver la eliminatoria ante un equipo en el que el City nunca se encontró. Yayá Touré no fue nunca el timón que se esperaba. Y Agüero y De Bruyne no fueron una amenaza. Dijo muy poco este equipo de Manuel Pellegrini que ya espera a Pep Guardiola como guía.

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Solo al filo del descanso los visitantes enseñaron algo de arrojo, cuando Fernandinho envió un disparo desde el área grande a la parte exterior del palo de la portería de Keylor Navas. El costarricense no tuvo que arrojarse mucho más al césped.

Todo lo contrario. El Madrid insistió buscando el segundo. Lo tuvo en sus botas Modric en otro gran pase en profundidad de Carvajal. El centro sorprendió a todos, incluso al croata, que se creyó en fuera de juego y no supo definir. Por si acaso, Hart envió la bola a córner.

En pleno zafarrancho, Bale cabeceó un balón a la escuadra al rematar un saque de esquina lanzado por Kroos. Una ocasión más, pero el resultado seguía sin cerrarse. Y aunque medio dormido, el City intentó asomarse al área de Keylor Navas. En una llegada de Sterling buscó un centro que tuvo que despejar con apuros Sergio Ramos.

Con Lucas Vázquez (por Jesé) y James (por Isco) en el campo el partido siguió por la misma línea. Perseveró, pero con más ganas que fútbol. El hecho de no ver el marcador cerrado le dio al City más vida que su propio juego. En cualquier caso, tuvo su ocasión en una falta que De Bruyne lanzó al exterior de la red de la portería de Navas. Y Agüero lanzó un disparo peligrosísimo que se fue a un palmo del larguero cuando estaba a punto de cumplirse el 90.

El Madrid ya está en la final de Milán. Es el segundo invitado a una nueva fiesta madrileña, a la segunda final entre el Atlético y el Real Madrid en tres años. La capital domina el fútbol europeo, pero solo uno de sus dos equipos puede sentarse en el trono.

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