Los partidos tampoco consiguen pactar el ahorro de la campaña
Cada formación se compromete a recortar por su cuenta
Madrid
Los principales partidos políticos han vuelto a fracasar en su intento para llegar a un acuerdo. Esta vez sobre la reducción del gasto de la campaña electoral del 26 de junio, que en principio costará a las arcas públicas unos 150 millones de euros. Todos han mostrado voluntad de diálogo en sus intervenciones públicas, pero lo cierto es que una vez se han sentado a negociar, ninguno ha cedido de sus planteamientos iniciales. La última reunión celebrada este miércoles solo ha servido para constatar que el pacto es imposible.
No ha habido ningún punto de consenso. Ni sobre el presupuesto global, ni sobre el buzoneo, ni sobre la supresión de la publicidad exterior. Nada. Y eso a pesar de que en la última cita las formaciones habían coincidido en la necesidad de reducir la propaganda en marquesinas de autobuses, farolas, vallas y cartelería callejera en general. El portavoz del PNV, Aitor Esteban, reconocía que cada uno ha mirado por sus intereses y que era “muy difícil llegar a un acuerdo entre partidos que parten de situaciones y condiciones diferentes”.
Nadie ha querido esta vez culpar explícitamente al otro del fracaso. Reconocida la incapacidad y tras descartar cualquier opción de alcanzar un compromiso común, cada formación ha intentado se ha mostrado dispuesta a ahorrar por su cuenta. La rebaja se hará finalmente sobre lo que gastaron para el pasado 20 de diciembre.
El PP se compromete a reducir un 30 por ciento, lo que supone un recorte de más de 3 millones y medio de euros. Si finalmente cumple, Rajoy podrá invertir más de 8 millones. El PSOE también se aplicará el mismo porcentaje de descuento y bajará la inversión en 2 millones. Su presupuesto para el 26-J será, por tanto, de 6 millones. Ciudadanos por su parte dice que ahorrará entre un 10 o un 15 por ciento. Y Podemos, que fue el partido (de los mayoritarios) que menos gastó en la anterior contienda asegura que no aumentará el gasto.
El vicesecretario de organización del PP, Fernando Martínez Maíllo ha defendido que a pesar de que la falta de acuerdo no impide la austeridad porque ese ahorro “depende ahora de la responsabilidad de cada uno”. El dirigente conservador ha cargado contra la propuesta de recorte planteada por Ciudadanos, que sobre el papel, solo obligaría a ahorrar al Partido Popular. “Habría sido un engaño”, ha zanjado Maíllo.
Por su parte, el PSOE ha aprovechado su presencia en la reunión para recordar que el problema de las campañas no es el gasto declarado sino el “dinero B” que supuestamente ha usado en anteriores ocasiones el partido de Mariano Rajoy. También contra el PP, han ido los argumentos de Podemos. Segundo González cree que los conservadores llevaban una iniciativa injusta que les permite gastar tres veces más que a ellos. José Manuel Villegas, de Ciudadanos confía en la voluntad de los partidos para hacer de esta campaña “una de las más austeras de la historia democrática”.
Por su parte los partidos nacionalistas y minoritarios se han opuesto a acordar una supresión total de la publicidad exterior. Tanto PNV como ERC han denunciado la hipocresía de las grandes formaciones porque en palabras de Joan Tardá, para ellos recortar la propaganda callejera es muy fácil. “Sobre todo cuando tienen asegurada su presencia diaria en los grandes medios de comunicación”.