Bruselas suspende las sanciones a España pero reclama más recortes
El futuro gobierno deberá incrementar los recortes previstos por Rajoy en 8.000 millones y negociar para evitar la multa de Bruselas
Bruselas aplaza su decisión sobre multar a España. / EUROPA PRESS
Bruselas
El programa electoral del presidente en funciones ha chocado con la oposición de su propio partido a nivel europeo. ¿Puede el futuro gobierno español rebajar otra vez los impuestos? La respuesta la ha dado el vicepresidente de Asuntos Económicos. Dombrovskis, ex jefe del gobierno letón y miembro del Partido Popular Europeo ha puesto un límite a los sueños: "Nosotros hoy recomendamos esfuerzos adicionales y nuevos objetivos de déficit. Dentro de este margen España puede decidir la política fiscal que quiera". Pero el margen que le queda al futuro gobierno da para pocos juegos porque un esfuerzo del 0'25 para este semestre y del 0'5 para el que viene implica casi 8.000 millones de recortes para el próximo año y medio en el que la Comisión reclama que "todos los ingresos no previstos sean destinados a cubrir el déficit y la deuda".
La decisión de hoy no es todavía el final del partido. Cerrada la campaña electoral, Bruselas volverá a estudiar la situación de España para saber si los incumplimientos del 2015 han de ser sancionados. La penalización puede dejar congelados fondos estructurales, al margen de implicar el pago de una multa que podría llegar al 0'2 del PIB español, es decir a los 2.000 millones. Todo esto acompañado de nuevas medidas correctoras para las que en este momento, la Comisión entiende que no tiene contraparte en el gobierno.
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"Es exacto que habrá elecciones el 26 de junio en España y que no tenemos en frente a ningún gobierno capaz, por el momento de tomar las medidas necesarias" ha dicho Moscovici antes de añadir que "la Comisión tiene total voluntad de hacer respetar las reglas."
La decisión no ha sido fácil y ha costado al menos dos reuniones a los representantes de Bruselas tras descubrirse que los Comisarios de los países nórdico y del PPE exigían aplicar las leyes actuales sin dilaciones, lo que obligaba a abrir la vía de las sanciones.
Frenarlas ha sido el objetivo del presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker cuyo equipo estudió varias alternativas, incluida una sanción de "cero" euros que no logró convencer a nadie como sistema para salvar la credibilidad del Pacto de Estabilidad.
Hoy, la alternativa pasa por exigir a España que cierre este 2016 con un déficit del 3'7 y del 2'5 el 2017 cifras con las que se desea contrarrestar el perdón inicial de unas sanciones que muchos creían automáticas y que al final puede que no lleguen a concretarse nunca aunque como amenaza dejan atado al futuro gobierno por la acción del equipo Rajoy el año 2015.