Ciencia y tecnología
FARMACOLOGÍA

El fármaco que mató a Prince es uno de los opiáceos más consumidos en España

Con la ayuda de un experto analizamos detalladamente la historia del Fentanyl (o Fentanilo), sus usos y sus hábitos de consumo en el mundo

Según la autopsia, Prince murió de sobredosis de Fentanyl / DIRK WAEM EFE

Madrid

La planta del opio se utiliza en terapéutica desde hace más de 4.000 años. Hay pruebas de que la civilización Sumeria del Asia Menor ya usaba la planta de la adormidera o amapola. Los opiáceos son unos fármacos analgésicos que derivan del jugo blanco que se extrae de la planta y que tienen varios principios activos llamados alcaloides. La morfina es el más importante: “En terapéutica se usan sobre todo para el tratamiento del dolor agudo, de corta duración, y generalmente para el dolor de víscerasabdominales o de metástasis óseas”, explica el doctor Joan Ramón Laporte, de la Fundación del Instituto Catalán de Farmacología del Hospital Universitario Vall d'Hebron.

Tras el análisis de los distintos alcaloides del opio se vio que, efectivamente, era analgésicos muy potentes pero también se advirtió que causaban muchos efectos indeseados: “El más preocupante, es la depresión respiratoria. Si tienes una sobredosis, te quedas sin respirar pero antes pierdes la consciencia, porque el principal efecto es la analgesia”, señala el doctor Laporte.

A principios del siglo XX se descubrió la estructura química de estos productos y desde entonces se buscaron otros fármacos parecidos que conservaran la propiedad analgésica -es decir, que quitaran el dolor- pero que no produjeran depresión respiratoria. De esa investigación llegaron los opiáceos semisintéticos, como la metadona o la heroína. “En los países donde se produce opio, como Afganistán, lo primero que se hace es convertir la morfina natural en heroína para traficar. El traficante tiene interés en convertir la morfina en heroína porque ésta es 20 veces más potente que la morfina. Así, si tiene que traficar, en menos espacio puede esconder muchas más dosis y ganará más dinero en el mercado”, resume el doctor.

La heroína es 20 veces más potente que la morfina y el fentanilo es, a su vez, 25 veces más potentes que la heroína. Si la heroína es un opiáceo semisintético, el fentanilo es totalmente sintético: “Se obtuvo de distintas modificaciones de la morfina y fue introducido en terapéutica en los años 80, no como analgésico sino como anestésico. Se usa en quirófano para inducir la anestesia y así la persona pierde la consciencia rápidamente. Pero como su efecto también se marchaba rápidamente se creó el parche transdérmico de fentanilo. Es el opiáceo estupefaciente más consumido en España pero de esta forma”, aclara el doctor. En los hospitales también se administra en vena pero siempre bajo prescripción médica porque, como señala el doctor Laporte, “son fármacos que tienen un margen terapéutico muy estrecho: la diferencia entre la dosis que te quita el dolor y la que te puede matar, es muy pequeña”. Y eso es lo que ocurre en los casos de sobredosis de heroína. Basta con que el camello ofrezca algo más puro de lo habitual para que la vida corra peligro.

Pero Prince sí sabía o podía saber la dosis que tomaba. El fentanilo fármaco no una droga ilegal, es un fármaco. De hecho, se encontraron opioides con receta en su casa. “En Estados Unidos, desde principios de los 90, se ha producido con consumo muy alto de estos fármacos principalmente por presión de los fabricantes del fentanilo y de otros derivados del opio que se administran en forma de pastillas por vía oral”, cuenta el doctor Joan Ramón Laporte que destaca cómo se pasó de la opiofobia a promover su uso generalizado porque detrás del debate sobre la muerte digna “había un interés comercial enorme porque estos fármacos tienen un precio elevado”.

Gráfico que muestra cómo se introdujo el Fentanyl con gran fuerza en España a finales de los 90

En Estados Unidos el consumo del fentanilo está culturalmente mucho más aceptado que en otros países. Según datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Atlanta, el año pasado murieron en EEUU más de 18.000 personas a causa de intoxicaciones de fármacos opiáceos legales.

En España hay tres grupos de opiáceos según la receta que se necesita: “El Fentanilo es el más consumido de los del grupo más peligroso, los que necesitan receta de estupefaciente. El segundo grupo necesita receta de psicótropo, como por ejemplo metadona. El tercer grupo es el de los que sólo necesitan receta normal. Entre ellos, está el tramadol”, detalla el doctor Lapuerta que considera que, sobre todo en Estados Unidos, “se están tomando muchas medidas reguladoras del consumo de estos fármacos que son pura hipocresía". A su juicio, "habría que retirar muchos de ellos del mercado y limitar mucho más su distribución”.

Elisa Muñoz

Elisa Muñoz

Periodista en Cadena SER desde 2008. Primero en programas como 'La Ventana', 'Hoy por Hoy Madrid' o...

 
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