Horrach: "La infanta ni está ni se la espera en el Instituto Nóos"
El fiscal, Pedro Horrach, asegura que el juicio ha servido para poner de manifiesto el "dominio efectivo" de Iñaki Urdangarin y Diego Torres sobre las actividades de la entidad sin ánimo de lucro
Palma de Mallorca
Iñaki Urdangarin y Diego Torres eran los líderes indiscutibles e indiscutidos del Instituto Nóos. Los otros tres socios: Carlos García Revenga, exsecretario de las infantas, Miguel Tejeiro y Cristina de Borbón "no están ni se les espera", ha dicho el fiscal Pedro Horrach. Para ello se ha apoyado en las declaraciones de testigos, empleados y correos electrónicos que obran en la causa. Ambos, continuaba el fiscal, "se presentaban ante las instituciones como una ONG, utilizando la figura de Iñaki Urdangarin como gancho". A pesar de que en el juicio el cuñado del rey "se ha desentendido de Nóos, escondiéndose en una figura decorativa, no ha impedido que se revele su coliderazgo con Torres para drenar fondos públicos". Drenar fondos públicos gracias a la red de empresas que controlaban ambos y que era, ha dicho Horrach, "invisible para terceros pero lucrativa para sus administradores y creadores".
Uno a uno ha detallado los indicios por los que pide 19 años y medio para Iñaki Urdangarin y tres años menos para Diego Torres. Los presuntos cabecillas del fraude en los contratos con Baleares, Valencia y Madrid a quienes ha lanzado algún dardo por su actitud durante la investigación. A Urdangarin le ha reprochado que "de forma incoherente y sin explicación racional" cambiara su declaración durante el juicio y "cargara la responsabilidad en sus asesores y en la Casa Real para terminar de adornar la ficción". De Torres ha recordado como "optó por primera y única vez por el silencio" en su declaración ante la policía después de los primeros registros "ante la imposibilidad de ofrecer una explicación coherente". Por eso, añadía, "ha usado de forma masiva el juego de las apariencias, enviando al juzgado documentos para crear cortinas de humo y desviar atención" pero, concluía, "ni el verbo fácil del señor Torres, ni las maniobras de prestidigitación con las que nos ha intentado deslumbrar" han conseguido desvirtuar la acusación contra él.