Médicos Sin Fronteras rechaza el dinero de Bruselas por su política migratoria
La organización considera que la política migratoria de la Unión Europea es "dañina"
Se financia en un 92% de donaciones privadas de más de 5,7 millones de cooperantes
En el año 2015, MSF recibió casi 56 millones de euros de la Unión Europea
París
Desde este viernes, la organización de acción médico humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) renuncia a los fondos públicos que provengan de cualquier institución de la Unión Europea y de cualquier Estado miembro de la misma.
La política europea con relación a la situación de los refugiados sirios e inmigrantes aprobada hace tres meses, ha recibido la respuesta de una de las organizaciones que se encarga entre otras cosas, de asistir a personas amenazadas por conflictos armados o violencia. MSF ha declarado su total rechazo a fondos de la Unión Europea "en protesta por la dañina política migratoria" basada, según informan desde su página web, "en alejar lo máximo posible de sus costas a quienes huyen de la guerra y el sufrimiento".
Esta ONG recibió en 2015 casi 56 millones de euros de la UE (19 millones de euros de las instituciones europeas y cerca de 37 millones de algunos Estados miembros -Austria, Bélgica, República Checa Alemania, Dinamarca, Irlanda, Luxemburgo, Países Bajos, España, Suecia y Reino Unido-). Además, percibió 8,6 millones de Noruega, de los que MSF quiere también prescindir en denuncia a la colaboración que ese país tiene con la agencia comunitaria Frontex.
Tras el pacto entre la Unión Europea y Turquía sobre la crisis de los refugiados, en el que se acordaba expulsar al país intercontinental a todos los inmigrantes que pisasen suelo europeo, más de 8.000 personas han quedado atrapadas en las islas griegas. MSF afirma que "miles de personas vulnerables -entre las que se encuentran niños no acompañados- han sido abandonadas a su suerte sin importar el coste humano".
Con más de 700 trabajadores, 4.400 intervenciones quirúrgicas y 4.900 kits de artículos de primera necesidad distribuidos en Siria, MSF asegura que estas personas "temen ser devueltas por fuerza a Turquía (...) se les priva de asistencia legal, su única defensa contra una expulsión colectiva".
"Ninguno de nuestros pacientes se verá privado de nuestra atención" , ha señalado la organización humanitaria que considera posible prescindir de esos casi 62,8 millones que significan el 8% de sus ingresos. MSF se financia en un 92% a través de donaciones privadas de sus más de 5,7 millones de cooperantes.
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El secretario general internacional de la organización, el francés Jérôme Oberreit, ha declarado que "MSF lleva meses denunciando la vergonzosa respuesta europea". Según Oberreit, esta política se ha centrado en "disuadir a estas personas en lugar de darles asistencia y protección", que ha puesto en "peligro" el concepto de "refugiado".
Oberreit ha denunciado duramente la decisión de los líderes gubernamentales con una cuestión: "¿Acaso la única oferta que Europa puede hacer a los refugiados es que se queden en los países de los que huyen desesperados?". Para el secretario de la asociación, "la prioridad de Europa es mantenerles bien lejos con la mayor eficiencia posible".