'Juego de tronos' (6x10): Llegó el invierno bajo el asedio de un nuevo choque de reyes
Vientos de invierno pone el broche final a una temporada agridulce
Madrid
Se ha hecho de rogar, pero ya podemos gritar a los cuatro vientos una realidad que se nos prometió hace ya seis temporadas: llegó el invierno. Llegó el invierno y lo hizo con un cambio significativo en el tablero de juego. A la sexta entrega de Juego de tronos le ha costado entrar en materia, pero por fin lo ha hecho. Lo que se postulaba como una temporada de vértigo, se ha quedado en una nueva tanda de capítulos a medio gas que forman, aun así, parte de una transición muy necesaria. Ahora bien, con Vientos de invierno, el décimo y último capítulo de la T6, esta transición llega a su fin y la serie estrella de HBO se incrusta en su recta final, aunque esos no sean los planes más inmediatos de la cadena por cable.
Muchos son los acontecimientos que han sucedido en los diferentes arcos argumentales de lo último de Juego de tronos. Sin embargo, estas son las principales claves de la temporada, claves que marcaran irremediablemente el futuro de la ficción de corte fantástico:
Jon, el nuevo Rey en el Norte ¿por derecho?
Jon Snow ha vuelto a ser la pieza fundamental de la temporada. Después de volver entre los muertos, gracias a los quehaceres de Melisandre, el hijo bastardo de Ned Stark se ha convertido en el nuevo líder de la resistencia en el Norte junto al apoyo incondicional de su hermana Sansa. Juntos encabezan una confrontación contra Ramsay Bolton que se salda en la épica Batalla de los Bastardos, en la cual Jon recupera Invernalia y se alza como el nuevo Rey en el Norte.
Sin embargo, el triunfo de Jon queda "eclipsado" por la corroboración de una de las teorías más populares de la saga: Jon Snow es hijo de Lyanna Stark, hermana de Ned, y Rhaegar Targaryen. Esto lo convierte directamente en sobrino de Daenerys y lo postula como el verdadero Rey de Poniente.
En la visión de Bran vemos a Ned cuidando de su hermana en sus últimos minutos de vida después de dar a luz a un niño. Aunque no lo escuchamos de su propia boca, la secuencia nos muestra la cara del bebé y pasa directamente a un primer plano de Jon.
Daenerys, a la conquista de Poniente
Lo que en su día parecía imposible, ahora es una realidad. Daenerys Targaryen marcha con su ejército contra Desembarco del Rey a reclamar su derecho al trono y ocupar el Trono de Hierro. Tras un déjà vu con el universo Dothraki, lo que se alarga interminablemente durante toda la sexta temporada, Dany se “sumerge” en el Mar Angosto, a la conquista de los Siete Reinos. Atrás deja a su querido Daario Naharis y se lleva a un poderoso ejército, a los herederos de las Islas del Hierro (Theon y Asha Greyjoy), tres dragones con ganas de mambo y un recién proclamado Mano de la Reina: Tyrion Lannister.
Al igual que Daenerys, Tyrion ha perdido protagonismo en esta sexta temporada, quedando relegado en un segundo plano atendiendo asuntos de política en Meereen. Sin lugar a dudas, el más astuto de los Lannister ha sido totalmente desaprovechado durante esta última tanda capítulos y esperemos que vuelva a su esencia en la temporada venidera. Al fin y al cabo, un Lannister siempre paga sus deudas, ¿no?
Sí, Sansa existe
Se acabó ser una niña frágil y presumida. Sansa ha madurado a golpes, literalmente, y ya no es aquella joven risueña de los inicios, pero tampoco esa mujer sin carácter que se doblegaba a las órdenes del abusador de turno. Sansa Stark ha heredado el carácter de su madre Catelyn y se ha convertido de la noche en la mañana en un personaje esencial y muy necesario.
Su papel respecto a la séptima temporada no está muy claro, aunque todo parece indicar que Meñique la persuadirá para ir contra su medio hermano: Jon Snow.
Cersei se sale con la suya
Tampoco ha decepcionado, una vez más, Cersei Lannister. Su ambición y sus ansias de poder la han llevado a lo más alto, no sin antes acabar con sus enemigos. Cersei se hace con la corona y ocupa su lugar en el codiciado Trono de Hierro. ¿Qué cómo lo ha conseguido? Aniquilando a la Fé Militante al hacer explotar el Septo de Baelor con las últimas reservas de fuego valyrio. Aprovecha su propio juicio celebrado en este lugar sagrado para asesinar al Gorrión Supremo y todos sus seguidores, junto al futuro de la Casa Tyrell: Mace y sus hijos Loras y Margaery. Como daño colateral en esta emboscada sangrienta, el último hijo de la reina madre. Y es que Tommen se suicida al no soportar la pérdida de su amada esposa Maggy.
Se avecina tormenta para los Lannister
El dicho “La venganza es un plato que se sirve frío” está obsoleto, al menos en lo que a Juego de tronos se refiere. Ahora toca pasar a la acción e ir directo al grano, algo que se va a reflejar al menos en la séptima temporada de la serie. Se avecinan tiempos difíciles para los Lannister y no es para menos. La familia que siempre paga sus deudas se ha ganado muchos enemigos y ahora les toca rendir cuentas.
Esta casa ha sido duramente castigada con la muerte del cabeza de familia y los tres hijos de Cersei, entre otros miembros menos importantes. Sin embargo, las decisiones de la reina madre no han pasado desapercibidas y se las tendrá que ver con la mismísima Reina de las Espinas, que vengará la muerte de sus nietos con la ayuda con otros enemigos públicos de los Lannister: las Serpientes de la Arena.
Muertes por doquier
Es de sobra conocida la afición de George R.R. Martin por matar a personajes queridos entre los fans. Pues bien, parece que este pasatiempo también la comparten sus socios de HBO. La sexta temporada de Juego de tronos nos ha vuelto a brindar con un buen número de muertes. Algunas eran necesarias y otras solo para meter el dedo en la llaga del espectador.
Un resumen rápido: Tommen Lannister se suicida, Rickon Stark es asesinado por Ramsay justo antes de dar comienzo la Batalla de los Bastardos. A su vez, el bastardo de los Bolton también se encarga de Osha, no sin antes matar a su padre, Lord Bolton, a su madrastra y a su hermanastro recién nacido. El propio Ramsay deja este mundo después de ser devorado por sus propios perros. Mientras que Cersei extermina la Fé Militante y a los herederos de la Casa Tyrell, en Dorne hacen lo propio las Serpientes de la Arena con Doran Martell y su hijo Trystane. Desenlace fatal también para los más veteranos como el Pez Negro, Balon Greyjoy, Maestre Pycelle o Walder Frey, que es asesinado a sangre fría por Aria. Y es que ya se sabe: la venganza se sirve en plato frio...