La Audiencia Nacional archiva la causa contra los titiriteros de 'Gora Alka-ETA'
Se envía a los juzgados de plaza Castilla por posible delito contra derechos fundamentales
El informe indica que la obra pretendía criticar los cuatro poderes de la sociedad española
Madrid
El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha archivado la causa contra los titiriteros del Gora Alka-ETA por un delito de enaltecimiento del terrorismo al considerar que con su obra no apoyaron a ETA, aunque encomienda a los juzgados de plaza Castilla la investigación de un posible delito contra los derechos fundamentales.
En un auto, el magistrado cree que con su obra La bruja y Don Cristóbal los titiriteros Alfonso Lázaro de la Fuente y Raúl García, los dos miembros de la compañía Títeres desde Abajo, no quisieron "elogiar, enaltecer, alabar o justificar la actividad terrorista o menospreciar o humillar a las víctimas de delitos terroristas o sus familiares".
Los dos estuvieron en prisión cinco días tras ser detenidos a raíz de la representación de la obra, en la que exhibieron un cartel con la inscripción Gora Alka-ETA y se escenificaron acciones violentas, como el ahorcamiento de un guiñol vestido de juez, el apuñalamiento de un policía o la violación de una monja, dentro de los actos festivos organizados por el Ayuntamiento de Madrid con motivo de los Carnavales.
Después de haberles enviado a prisión preventiva el pasado febrero el magistrado considera ahora que, "prescindiendo de cualquier hipótesis especulativa sobre cuál haya podido ser el auténtico propósito o la verdadera intención de los denunciados, aspectos intelectuales que se albergan en lo más profundo de la mente", exhibir la pancarta no constituyó un enaltecimiento.
En su informe, la fiscalía, que en su día pidió el ingreso en prisión, cree ahora que con la obra pretendían criticar los cuatro poderes que rigen la sociedad española: la propiedad, la institución religiosa, las fuerzas de seguridad y el poder judicial.
Destaca que el idioma en que se representó fue el esperanto, "por lo que fue ininteligible para el público en general", y cree que la escena de la pancarta con la leyenda referida a Al Qaeda y ETA en realidad no querían ensalzar estas organizaciones.
Así, según la fiscalía, el verdadero propósito de los titiriteros con esa pancarta era "realizar una crítica a la actuación policial al confeccionar pruebas falsas".
"En ningún momento en todo el desarrollo de la obra los dos actores realizaron actos o profirieron expresiones de alabanza , ensalzamiento, enaltecimiento ni justificación o promoción de la actividad terrorista", añade.
Envían la investigación a los juzgados de plaza de Castilla de Madrid
También en la línea de la fiscalía de la Audiencia Nacional, Moreno ha decidido enviar a los juzgados de plaza de Castilla de Madrid la investigación de si la obra sí pudo constituir un delito cometido con ocasión del ejercicio de los derechos fundamentales y de las libertades públicas del artículo 510 del Código Penal.
En otro auto, Moreno archiva la ampliación de la querella de los titiriteros presentada por Dignidad y Justicia contra los actores Alberto San Juan y Gloria Muñoz por representar una obra igual, ya que explica que lo que pretendían era solidarizarse con los dos detenidos.
Según el juez, la obra que representaron San Juan y Muñoz no tenía ánimo de ensalzar a ETA, sino que "mostraban su solidaridad" con los titiriteros y reivindicaban el derecho a la libertad de expresión, "sin que se infiera en modo alguno el propósito de enaltecer el terrorismo o, en su caso, menospreciar o humillar a las víctimas"