Ciudadanos asume que tendrá que negociar a solas con el PP
Tras el fracaso de su apuesta por la mesa a tres Albert Rivera se ve obligado a hablar solo con el equipo que designe Mariano Rajoy
Madrid
A pesar de que sus escaños (32) son irrelevantes aritméticamente, Albert Rivera llamó el lunes a Mariano Rajoy y a Pedro Sánchez para invitarles a abrir una negociación a tres bandas. Ambos dirigentes le dieron un no por respuesta, pero el líder de Ciudadanos no se resigna y busca otra forma de mantener el protagonismo y convertirse en el árbitro que desbloquee la formación de un gobierno. Aunque durante la campaña el partido se negaba a ello, ahora sí se muestra dispuesto a hablar solo con el PP y repetir la fórmula empleada para firmar el acuerdo del abrazo con el PSOE.
“Nosotros no nos cerramos a negociar con nadie”, dicen fuentes de la Ejecutiva que aseguran que si el PP les llama aceptarán sentarse a hablar, aunque en esa mesa no esté presente el PSOE. Esta posibilidad se descartaba rotundamente días antes de las elecciones. Ciudadanos acudirá a esas conversaciones con su programa electoral y dando prioridad a las 10 medidas para los primeros 100 días de gobierno que presentó durante la campaña. Entre estas reformas se encuentra recuperar el del dinero de la amnistía fiscal a defraudadores, cambiar la Ley Electoral o impulsar un pacto nacional por la educación.
Cuando se consiga llegar a un acuerdo sobre un programa común, Ciudadanos abrirá el debate sobre quién debe liderar ese proyecto. Por ahora el partido mantiene su veto al actual presidente en funciones. “Si no hay cambio, si la condición es apoyar al mismo gobierno nosotros estaremos en la oposición”, reiteran los dirigentes con más peso del partido que restan importancia y autoridad a los fundadores del partido que estos días piden que se replantee la negativa a facilitar un Ejecutivo con Rajoy.
Si hay acuerdo sobre el programa y sobre el candidato el partido pondrá a disposición del PP sus 32 diputados, que de nuevo no serán suficientes para sacar adelante la investidura. Por eso, a partir de ahí ambas formaciones trabajarían juntas la abstención del PSOE o de otras fuerza políticas que respeten el acuerdo pactado previamente. Por ahora la ejecutiva de Ciudadanos se niega a formar parte de un acuerdo de gobierno que se apoye en partidos nacionalistas. Aunque en el partido hay disposición a negociar, ya advierten al PP de que no será fácil y le piden gestos previos que demuestren un compromiso real con la regeneración. Por ejemplo retirar el aforamiento que tiene como miembro de la Diputación Permanente del Senado a Rita Barberá.