Tony Blair sigue justificando la invasión de Irak por el shock del 11-S
El ex 'premier' se disculpa y asume la responsabilidad por los errores de inteligencia, pero defiende que existía una "atmósfera especial" en el mundo tras el ataque de Nueva York
El informe de Reino Unido concluye que la guerra no era la última solución posible / VÍDEO: ATLAS
Londres
El ex primer ministro de Reino Unido, Tony Blair, asume la "plena responsabilidad" por los errores asociados a la invasión de Irak en 2003, la decisión más "agónica" de su mandato, pero ha alegado que se produjo en una "atmósfera" muy diferente a la actual por la cercanía de los atentados del 11-S en Estados Unidos.
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Blair ha comparecido públicamente después de la difusión de un contundente informe oficial que confirma que el Gobierno británico se precipitó al sumarse a la invasión y exageró la supuesta amenaza que representaba el régimen de Sadam Husein.
El ex 'premier' ha asumido la "plena responsabilidad" por los errores y ha pedido que todas las críticas recaigan en él, descargando por tanto a las Fuerzas Armadas y los servicios de Inteligencia, a pesar de que las informaciones recabadas por estos últimos resultaron ser "erróneas" en lo referente a la presencia de armas de destrucción masiva. Blair ha explicado que la intervención militar en Irak fue "el momento más duro y la decisión más agónica" de su mandato (1997-2007) y, con "humildad", ha insistido en que hizo "lo correcto", ya que "el mundo es mejor sin Sadam Husein".
Asimismo, el antiguo dirigente laborista ha argumentado que entonces existía una "atmósfera" especial, la del "mundo post 11-S". "Estábamos en un nuevo mundo y, en ese momento, no sabíamos de dónde vendría el siguiente ataque", ha declarado --una argumentación que ha repetido en varias ocasiones--.
"No hubo conspiración"
"Sabía que no era una decisión popular, que tendría costes políticos", ha añadido Blair, quien instado a la ciudadanía a ponerse "en sus zapatos" teniendo en cuenta las circunstancias de 2003. "La principal responsabilidad de un primer ministro es proteger a su país", ha insistido. Blair ha querido dejar claro durante su comparecencia que en todo momento actuó "de buena fe" y que no mintió. En este sentido, ha afirmado que el Informe Chilcot da por descartada cualquier "teoría de la conspiración" en torno a la toma de decisiones que derivó en la invasión iraquí.