El PP se encuentra sumido en el debate interno sobre la fecha en la que se celebrará la sesión de investidura que alumbre un nuevo Gobierno. Este miércoles, Mariano Rajoy confesó que considera el martes 2 de agosto como día de apertura del debate que daría lugar a la primera votación al día siguiente. La vicepresidenta del Gobierno en funciones Soraya Sáenz de Santamaría, en línea con lo declarado por Rajoy, ha asegurado hoy que esa fecha del 2 de agosto es «realista y muy razonable», ya que según ella, habría tiempo para que se constituyan las Cámaras y el rey haga las consultas en un «tiempo prudencial». En la misma línea argumental se encuentra la secretaria general del PP María Dolores Cospedal, que aunque esta mañana había declarado en un programa de televisión que esa fecha no es «un ultimátum», sino que es «aproximativa»; ha rectificado más tarde en el Congreso, secundando las palabras de Sáenz de Santamaría e insinuando la opción de no celebrar la investidura hasta que no haya posibilidades reales de formar Gobierno, evitando así que se inicie el plazo de dos meses previstos en la Constitución para nombrar Ejecutivo. El PP, en plena ronda de negociaciones para buscar apoyos y sin que Mariano Rajoy haya confirmado que será la persona propuesta por su partido para presentarse a la investidura, tampoco descarta que el rey, en la hipotética situación de que ningún candidato posea el sustento parlamentario necesario, no designe a nadie y conceda más tiempo para forjar acuerdos.