El PP busca el sí de Ciudadanos para lograr la abstención del PSOE
Los populares creen que los integrantes de la formación de Albert Rivera sabrán jugar sus cartas para no desaparecer como UPyD y que les interesa ser "decisivos" en las próximas reformas que se hagan en España. Además, dan por hecho que Rajoy, esta vez se presentará a la investidura aunque vislumbran que la situación política no se va a desbloquear tan rápido como él quiere
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy (d), y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, durante la reunión que ambos han mantenido hoy en el Congreso, en el marco de la ronda de reuniones con vistas a intentar la investidura. / Juan Carlos Hidalgo (EFE)
Madrid
Rajoy ha asegurado que su intención es "mojarse" para formar Gobierno. Pero también dice que si tiene la certeza de que no va a ser investido, abrirá "un periodo de reflexión con el resto de fuerzas políticas para buscar una salida". Eso, según los que le rodean, no significa que vaya a dar un paso atrás. Explican que se refiere a que el futuro es: "O el PP o unas terceras elecciones".
Y aunque ha generado ciertas dudas con sus palabras, los suyos están convencidos de que, esta vez sí, aceptará el encargo de Felipe VI.
De hecho, él maneja el día 2 de agosto para el debate y el 3 para la primera votación, de modo que el reloj se pondría en marcha y la convocatoria sería para el 27 de noviembre. Algo que los populares sólo critican pero que, realmente, tal y como reconocen, a ellos no les perjudicaría. Están convencidos de que crecerían en votos.
En cualquier caso, el equipo de Rajoy confía en que, durante los próximos días, a base negociaciones discretas, Ciudadanos "matice" su postura y apoye con un sí al PP. Creen que los integrantes de la formación de Albert Rivera sabrán jugar sus cartas para no desaparecer como UPyD y que les interesa ser "decisivos" en las próximas reformas que se hagan en España.
En el PP les invitan incluso a sentarse en el Consejo de Ministros, pero no están muy convencidos de que acepten llegar tan lejos. A menos que fuera una oferta muy jugosa como, por ejemplo, hacerse con la cartera de Educación y poder cambiar así la LOMCE. Dentro del Gobierno hay quien bromea señalando que se llevaría mejor con ellos que con algunos de sus compañeros de partido.
La historia es que un cambio de posición de la formación de Rivera, podría modificar la del PSOE. En el PP piensan que sería una importante medida de presión para que, en el último minuto, los socialistas se abstuvieran. Opinan que si acuden con 170 escaños (la suma que alcanzarían con Ciudadanos y Coalición Canaria) sería "de una grave irresponsabilidad" seguir bloqueando la situación política.
Lo que ocurre es que los colaboradores de Rajoy opinan que no todo va a ser tan rápido como él desea porque el PSOE tiene que resistirse hasta el final. Por lo que algunos vislumbran que la resolución se postergará hasta septiembre. Y en en el horizonte, sólo ven un gobierno en minoría, con apoyos puntuales que haría que fuera una legislatura muy difícil.
