Elecciones 23 de julio

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El viraje del PSOE depende de los movimientos de Ciudadanos

Entre los socialistas son mayoría los que opinan que, si faltaran unos votos tras un pacto de Rajoy y Rivera, el PSOE no puede consentir elecciones

El debate estaría en cuándo cambiar el voto (Sánchez tendría que lidiar con las federaciones que defienden el no sin marcha atrás) y el cómo (con o sin contrapartida)

El líder del PSOE, Pedro Sanchez. / ANDREA COMAS (Reuters)

Madrid

La ambigüedad de Pedro Sánchez tras su reunión con Mariano Rajoy fue calculada. Quería ganar tiempo. Es cierto que dijo no a Rajoy, pero también que subrayó un "a día de hoy" con el que dio a entender que el voto socialista puede cambiar más adelante y es cierto también que garantizó que el PSOE estará "en la solución", pero no aclaró cuál es, a su juicio, esa solución.

De hecho, no quiso cerrar la puerta intentar formar gobierno si el PP fracasa, algo que ya descartó en el comité federal del PSOE y también días antes, en la primera reunión de la Ejecutiva federal tras las elecciones. Si a algo jugó Pedro Sánchez en su primera rueda de prensa después del 26-J fue a dejar todos los escenarios abiertos a la espera, sobre todo, de los movimientos de Ciudadanos.

Y es que la posición futura del PSOE va a depender mucho del partido de Albert Rivera, situado en este primer momento en una abstención que de poco sirve para la investidura de Rajoy. Pero los socialistas saben que esta puede ser una posición de partida revisable. Si el Partido Popular logra sumar con Ciudadanos un pacto de gobierno, en el PSOE, más allá de las posiciones públicas que se vienen manteniendo, son mayoría los que piensan que, "por unos cuantos votos" no pueden "consentir" unas nuevas elecciones.

Ese escenario, en línea con el que dibujaba Felipe González o Guillermo Fernández Vara, no se ha producido aún por responsabilidad del propio Rajoy, por su "incapacidad" de tejer alianzas. "Rajoy es el problema. ¿Alguien duda de que Ciudadanos le daría su apoyo al PP si Rajoy no estuviera?", se preguntan fuentes del PSOE, en un intento de poner el foco de una eventual repetición electoral en las filas populares.

En el caso de que el líder popular recorra ese "trecho", utilizando la terminología de Sánchez en rueda de prensa, pasaría de 137 escaños a 169 con el apoyo de Ciudadanos (170 incluso si se incorpora Coalición Canaria), unos números con los que Pedro Sánchez sabe que volverá a tener toda la presión sobre su cabeza como líder del PSOE, entre otras cosas porque ya se ha encargado el sector crítico del partido, con Susana Díaz al frente, de repetir que es el secretario general quien tiene que liderar esta decisión, de un indudable coste orgánico. "No es que quieran que Pedro se moje, pretenden que se queme", ilustraba estos días un dirigente afín a Sánchez, que asegura que en la prudencia y la "lealtad" prometida al líder socialista por la presidenta andaluza para encarar este proceso tienen que ver con una operación interna para evitar el desgaste de Díaz y que sea Sánchez quien pague con las consecuencias de ese posible viraje en la posición del PSOE.

Cómo y cuándo dar el volantazo

Llegados a ese punto, si se llega, el debate va a estar en cuándo y cómo es oportuno dar el volantazo. Hay una clave interna de mucho peso para distintas fuentes socialistas consultadas: las federaciones del partido en las que se apoya Sánchez para intentar ganar el próximo congreso del PSOE son las que con más fuerza han defendido el no sin marcha atrás, así que Sánchez debería medir los tiempos para, en el proceso de investidura, no deteriorar su relación con esos aliados orgánicos. Y también se va a discutir mucho, eso aseguran en el PSOE, el cómo.

De hecho, ya está planteado el dilema, sobre todo tras oír a Pablo Iglesias referirse a los socialistas como "socios" del PP si hay abstención. En este momento hay división de opiniones entre quienes defienden que no se puede dar un cheque en blanco al PP, una abstención sin nada a cambio, frente a los que opinan que el PSOE no puede negociar nada con Rajoy ni ser su "cómplice". Si hay que abstenerse, sostienen quienes apoyan esta tesis, será por responsabilidad y por evitar elecciones pero no por entrar en el juego de los populares.

 
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