La Fiscalía alemana ve motivación política del joven afgano en el ataque en el tren
Se escuchó el grito de "Alá es grande" en el teléfono de una pasajera que llamó a la policía
La Fiscalía alemana considera que el ataque de un joven afgano de 17 años ayer en un tren regional en Baviera, tiene un trasfondo político, posiblemente relacionado con la muerte de un amigo suyo en Afganistán el pasado sábado.
Subió al tren "con la decisión de matar a pasajeros totalmente desconocidos" para vengarse por lo que los infieles "hicieron sus hermanos, hermanas e hijos musulmanes", resumió en rueda de prensa el fiscal superior de Bamberg, Erik Ohlenschlager, que ha asumido el caso. El ataque fue dirigido con "clara intencionalidad de matar", recalcó el fiscal.
El joven llevaba un año en Alemania, donde llegó como refugiado no acompañado, y tras pasar una temporada en un centro de Baviera había sido transferido recientemente a una familia de acogida.
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El ataque se produjo inmediatamente después de subir el joven al tren, en el trayecto entre Ochsenfurt y Würzburg y en él resultaron heridas cinco personas, cuatro de ellas turistas chinos procedentes de Hong-Kong
Dos de esos heridos se "encuentran entre la vida y la muerte", apuntaron fuentes policiales, en una conferencia de prensa ofrecida con el fiscal de Bamberg.
De acuerdo con las declaraciones de testigos presenciales, el atacante se lanzó indiscriminadamente sobre los pasajeros del tren regional, entre 20 y 30 personas en ese momento, al grito de "Allahu akbar", "Alá es grande".
La frase quedó registrada "con toda claridad" en el teléfono celular de una de las pasajeras que llamó a la policía, añadió el fiscal, que calificó esa grabación de "prueba objetiva" de esa motivación política.
Anteriormente, el ministro de Interior de Baviera, Joachim Herrmann, había señalado que el joven probablemente se había radicalizado recientemente, aunque advirtió de que no hay indicios de una conexión directa con redes islamistas y tampoco se podía descartar que hubiera actuado en "un acto de locura".
El joven fue abatido poco después por un comando especial de la policía, cuando ya había abandonado el tren, tras accionar algún pasajero el freno de emergencia, y después de que se lanzara sobre los agentes "con muestras de gran agresividad".
En la habitación donde vivía el joven se encontró una bandera de Estado Islámico pintada por él, además de un texto escrito en pastún, con grafías árabes y latinas que está siendo analizado.
Según las primeras interpretaciones, el texto era una especie de carta de despedida, tal vez a su padre, aunque el ministro consideró "prematuro" sacar conclusiones, puesto que todavía no se sabe ni siquiera de dónde procede la familia y, menos aún, si los progenitores están vivos.
"Por el momento no hay indicios de que estuviera en contacto con redes islamistas", añadió el ministro en referencia a la información difundida por la agencia Amaq, vinculada al grupo yihadista Estado Islámico, en la que se asegura que el joven era "uno de los combatientes" de ese grupo terrorista.