Estado de emergencia en Turquía
Erdogan impone tres meses esta situación excepcional "para proteger la democracia"
El presidente asegura que la reinstauración de la pena de muerte depende del Parlamento
La cifra de detenidos por su presunta relación con el golpe fallido asciende a 11.000
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha declarado el estado de emergencia en todo el territorio nacional tras el intento de golpe de Estado lanzado el pasado viernes. "Hemos decidido declarar el estado de emergencia durante tres meses", ha dicho en una comparecencia pública, después la reunión de casi cinco horas que ha mantenido con el Gobierno.
Erdogan ha recalcado que es una de las medidas previstas por la Constitución turca para situaciones extraordinarias como la que vive la nación euroasiática. "Esta medida no es en absoluto contra la democracia, el estado de derecho y la libertad. Por el contrario, tiene el propósito de fortalecer y proteger esos valores", ha dicho el jefe del Estado.
El presidente afirma que la medida, recomendada al Gobierno por el Consejo de Seguridad que él preside, busca "acelerar encargarse de todos los elementos de la organización terrorista", en referencia al grupo que encabeza el clérigo islamista Fetullah Gülen, al que el Ejecutivo acusa del fallido golpe de Estado del pasado fin de semana.
El estado de emergencia permitirá dar "de forma más eficiente los pasos para eliminar lo antes posible la amenaza a la democracia, el estado de derecho y los derechos de nuestros ciudadanos", ha dicho Erdogan. El presidente invoca el artículo 120 de la Constitución turca que permite establecer el estado de emergencia en el caso de actos de violencia que amenacen la democracia.
La pena de muerte
Erdogan sigue coqueteando con la idea de reinstaurar la pena de muerte y deja la decisión en manos del Parlamento. En una entrevista concedida a Al Yazira, que Turquía es un sistema parlamentario, por lo que decisiones de ese calado solo pueden proceder de la sede legislativa, no del Poder Ejecutivo, incluido el presidente.
Sin embargo, ha subrayado que hará todo lo posible "dentro de los límites legales" para impedir que se repita la asonada militar, recordando que Francia adoptó medidas extraordinarias tras los primeros atentados. Erdogan no ha descartado que puedan producirse otras tentativas golpistas y, en consecuencia, ha avanzado que la purga en las instituciones -donde ya han sido detenidos y suspendidos miles de trabajadores- continuará. Según el último recuento, hay casi 11.000 detenidos y decenas de miles de destituidos.