El Tribunal de Cuentas insiste en la mala gestión de Patrimonio

Madrid

Patrimonio Nacional aprobó el pasado viernes el informe de fiscalización sobre Patrimonio Nacional en 2013. Muchas de las alegaciones de Patrimonio han sido tenidas en cuenta, aunque también es cierto que el Tribunal de Cuentas da un tirón de orejas a Patrimonio Nacional. Viene a decir a Patrimonio no entregó la documentación cuando le fue requerida alegando su dispersión. Eso sí, tras conocer el borrador del informe, y ya en periodo de alegaciones, Patrimonio si ofreció todos los papeles requeridos.

El informe de TC aprobado el viernes trasluce a lo largo de todas sus páginas un claro reproche: Patrimonio Nacional comete errores y muestra deficiencias de gestión y control interno. Sostiene que al no existir un sistema de control debidamente formalizado, hay debilidades de control interno que se subsanan por la profesionalidad y experiencia de sus trabajadores, lo cual es considerado como insuficiente.

Cree que el personal está repartido de manera desproporcionada, de tal manera que en el área de contabilidad hay mucho trabajo y eso obliga a improvisar decisiones y a asumir un exceso de riegos de errores. Se contratan además servicios externos de asesoramiento o gestión ordinaria sin justificación suficiente sobre su necesidad.

Por poner un ejemplo significativo: 5 personas que ya no trabajan para Patrimonio tenían en el momento de la fiscalización firma en varias de sus cuentas bancarias.

Sobre el insuficiente control interno, el informe es taxativo respecto a los ingresos por venta de entradas y artículos de las tiendas de los museos. Asegura que tampoco puede confirmar de manera rigurosa los ingresos por arrendamientos, muchos de los cuales mantienen precios a distancia “sidera”l de los de mercado. En El escorial, hay alquileres por un máximo de 96'05 euros al mes. En El Pardo, por 88'34 euros. En el extinto Real Patronato del Hospital del Rey en Burgos, la renta más baja es de 2'7 euros. Al mes. Patrimonio, según el tribunal de Cuentas, tiene 36 fincas cedidas gratuitamente a terceros.

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Entre las actuaciones que se ponen en duda, el hecho de que se reduzcan los cobros de arrendamientos al compensarlos con obras que los arrendatarios realizan, medida que cree que permite la administración.

Patrimonio Nacional, añade el informe, es propietario de viviendas, locales, garajes, parques, montes, iglesias, colegios, estaciones de servicio, instalaciones deportivas, viveros y hoteles que nada tienen que ver con los fines últimos que la ley otorga a Patrimonio.

La falta de control que expone el tribunal de Cuentas se puede comprobar en las diferencias entre el número de inmuebles descritos como propiedad de Patrimonio y los que realmente existen.

Más serio parece el hecho de que hubiera en 2013 importante inmuebles de los que no consta su inscripción en el registro de la Propiedad. Y cita varios casos: los terrenos sobre los que entonces (2013) se construía el Museo de las Colecciones Reales o de edificaciones del Palacio y Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

Mantiene que el número de empleados a fin de 2013 no coincide con la memoria de actividades ni con las comprobaciones realizadas, a pesar de que Patrimonio presentó una alegación al respecto, que no ha sido tenida en cuenta.

El informe de fiscalización también insiste en que varios consejeros, tres en concreto, cobraron de manera incorrecta unas dietas ya que no asistieron a las reuniones de los consejos de administración que les hubiera dado derecho a su cobro. Las cantidades fueron: por un lado. 3.600 euros (por 4 reuniones), otro consejero cobró por 900 euros y un tercero obtuvo 1.800 euros a pesar de no haber acudido a dos encuentros.

Sobre sus inventarios, el informe ofrece ejemplos sobre falta de control que cree que debe ser corregida.

El cuadro La Anunciación de Fra Angélico, que es del Museo del Prado desde 1996, se dió de baja en los registros de Patrimonio en 2013. No hay explicación de que porque no se hizo cuando se traspasó su propiedad al Museo del Prado.

Y más:

En el inventario de Patrimonio siguen en su lugar 5 cuadros que fueron sustraídos en 1988 (un Velázquez y un Juan Carreño, entre ellos).

Son ejemplos de lo que considera descontrol para el que hay herramientas que parecen no funcionar. Aunque los bienes catalogados tienen códigos de barras, no existen lectores de esos códigos, por lo que cada traslado o para cualquier control, deben introducirse las claves de manera manual, lo que puede dar ligar a errores.

Además, hay bienes "desubicados". Otros cedidos, como 49 al Arzobispado de Madrid o 10 depositados en la ermita de San Antonio de la Florida de Madrid. En este caso, no hay convenio de depósito firmado con el ayuntamiento de Madrid.

Faltan instrucciones y registros homologados para el control de los bienes por cada conservador. La existencia y localización de esos bienes recae exclusivamente en la "capacidad memorística del conservador de cada colección.

En los traslados de bienes, y en algunas ocasiones, las copias documentales son modificadas a bolígrafo. Pero no todas al tiempo.

Respecto a la relación que existe entre Patrimonio Nacional y los reales patronatos, el informe de fiscalización aprobado el pasado viernes afirma que no se conoce exactamente el valor de las prestaciones que el primero ofrece al segundo entre otras razones por el confusionismo que rodea a los segundos.

También considera el informe que existen deficiencias en las transferencias realizadas al Hipódromo de la Zarzuela y una ausencia de control sobre los requisitos necesarios para la contratación pública.

Entre las recomendaciones que expresa el informe de fiscalización, el destinado al gobierno para que regule la relación entre el consejo de Administración de Patrimonio con fundaciones atípicas Reales Patronatos y el valle de los Caídos. Y mientras esto suceda, solicita que se presenten cuentas específicas de cada una de esas fundaciones.