El origen del polémico contrato único
Lo puso sobre la mesa en 2009 el llamado 'Manifiesto de los 100 economistas'
Los únicos partidos que han adoptado la idea han sido UPyD y Ciudadanos
Madrid
El contrato único, la propuesta de que no haya contratos temporales ni indefinidos, sino un único tipo de contrato con una indemnización por despido primero baja, y que vaya creciendo a medida que el empleado gana antiguedad en la empresa, irrumpió en la vida política española de la mano del llamado Manifiesto de los 100 economistas, de tendencia liberal, que lo pusieron sobre la mesa en 2009. Desde entonces, los únicos partidos que han adoptado la idea han sido UPyD y Ciudadanos; el resto de fuerzas lo rechazan.
Más información
Aunque los partidarios del contrato único se cuidan mucho en general de dar números, se entiende que -de implantarse- la indemnización por despido inicial sería similar a la que ahora tienen los temporales (12 días por año trabajado) e iría subiendo hasta más o menos la que tienen ahora los indefinidos (33 días por año).
Para sus defensores, el contrato único es una fórmula que permite que a los empresarios no les asusten los costes del despido a la hora de contratar, y acabaría así con la dualidad del mercado de trabajo entre temporales y fijos; para sus detractores, es hacer que todos los nuevos contratados sean fáciles de despedir, es decir, como si todos fuesen temporales.
Antes de las elecciones de diciembre este contrato era tabú para el PSOE en el pacto PSOE-Ciudadanos de febrero -si bien no estaba contemplado el contrato único- algunos de sus elementos sí se incorporaron al texto del llamado Acuerdo para un gobierno reformista y de progreso: se proponía dar al contrato temporal una indemnización creciente y unos incentivos a los empresarios para convertirlo en indefinido, además de un nuevo nombre: contrato estable y progresivo.