Nicolas Sarkozy, candidato a las presidenciales de 2017 en Francia
Asegura que ha decidido ser candidato puesto que siente que tiene "la fuerza para librar la batalla en un momento tan atormentado de nuestra historia"
A sus 61 años, el expresidente galo quiere reconquistar el Palacio del Elíseo, para lo cual debe ganar primero las primarias de su partido / ATLAS
El expresidente conservador francés Nicolas Sarkozy oficializó este lunes su candidatura a las elecciones presidenciales de 2017 con el anuncio de un nuevo libro, Tout pour la France (Todo por Francia), en el que afirma sentirse con fuerza para emprender ese nuevo combate. La confirmación de un secreto a voces tuvo lugar a través de sus cuentas oficiales en Twitter y Facebook
"He decidido ser candidato a las presidenciales de 2017. Francia exige que se le dé todo. Siento que tengo la fuerza para librar esta batalla en un momento tan atormentado de nuestra historia", indicó en las redes el hasta ahora líder del partido Los Republicanos, que abandonó hoy ese cargo para ajustarse a sus estatutos.
Sarkozy, de 61 años, disponía de plazo hasta el próximo jueves para presentarse como candidato a las primarias de su agrupación, que se celebrarán los próximos 20 y 27 de noviembre y cuentan de momento con otros 12 aspirantes. No obstante, cada candidatura debe ser respaldada por otros 250 cargos electos, incluidos 20 parlamentarios, y 2.500 adherentes.
La verdad, la identidad, la competitividad, la autoridad y la libertad son los ejes en los que afirma basar su campaña, convencido de que los próximos cinco años serán "los de todos los peligros, pero también los de todas las esperanzas".
En una entrevista concedida a mediados de mes a la revista Valeurs Actuelles, ya había avanzado su intención de endurecer las medidas de seguridad y la respuesta penal hacia los vinculados con el yihadismo, alegando que la situación actual es "insoportable" y la República no debe recular en ningún aspecto.
Cuatro años después de haber sido batido en las presidenciales de 2012 por el socialista François Hollande, Sarkozy se lanza así en un primer momento a la reconquista de la derecha con la vista puesta en volver a ocupar en 2017 el Palacio del Elíseo.
Su principal obstáculo está en su propio campo, el ex primer ministro conservador Alain Juppé, al que los sondeos perfilan como favorito.
Sarkozy deberá además afrontar, según Le Monde, otro "problema de talla": intentar venderse como un hombre nuevo pese a tener un mandato a sus espaldas para seducir a electores que, decepcionados por su acción pasada, miran ahora hacia el ultraderechista Frente Nacional o a otros candidatos rivales de su propio partido.
Sus imputaciones por corrupción y tráfico de influencias y por la presunta financiación irregular de su anterior campaña son otras de las piedras que, dependiendo de la evolución del calendario judicial, podrían lastrar sus perspectivas de victoria.
En el bando socialista, el actual presidente solo ha filtrado que volverá a presentarse a la reelección si ve posibilidades de ganar, pero, en caso de hacerlo, da por hecho ese futuro enfrentamiento con Sarkozy.
"¿Es el mejor escenario para mí? Tiene más cualidades que los demás, pero también más defectos", comenta Hollande en el libro Conversations privées avec le président (Conversaciones privadas con el presidente), publicado la semana pasada.
El primer acto público de Sarkozy como candidato tendrá lugar este jueves en Châteaurenard, en el sur de Francia, al que el expresidente llegará subrayando que "solo diciendo todo antes" se tendrá después toda la legitimidad para actuar.