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BADMINTON

Carolina Marín puede porque piensa que puede

La andaluza, campeona olímpica y bicampeona mundial, trabaja su fortaleza mental para reinar en un mundo dominado por las asiáticas

Carolina Marín, durante un partido en los Juegos de Río / Richard Heathcote Getty Images

¿Cómo es Carolina Marín, la única campeona olímpica y bicampeona mundial occidental?

Su lema

“Puedo porque pienso que puedo”. La mayor fortaleza de Carolina es la mental. Lo más importante para ella es creer y a partir de ahí trabajar. Lo repite una y otra vez cuando se le pregunta por la pócima mágica que le ha llevado a la cima del bádminton mundial y hasta empapela su pista de entrenamiento con este mensaje.

Apasionada del flamenco

De niña Carolina pasaba su tiempo libre entre faldas de flamenco y castañuelas hasta que un buen día, con ocho años, una amiga le invitó a acompañarla a una pista de bádmiton. Cuatro años después tuvo que escoger ¿Flamenco o bádminton? “Evidentemente no me lo pensé…”, confesó hace tiempo.

Carolina Marín, a su llegada a Barajas a su vuelta de Río / KIKO HUESCA

Famosa en Asia

El bádminton es en Asia lo que en España, el fútbol. Una locura. En un mundo dominado por chinas, japonesas, coreanas, indias, y tailandesas, quien manda es una española, donde apenas hay 7.000 licencias. Carolina, campeona mundial en 2014 y 2015 y olímpica en 2016, apenas puede caminar por las calles de Shanghai o de Nueva Delhi sin ser parada para una foto o un ‘selfie’.

Entrenamiento militar

"La preparación ha sido muy dura, la más dura que he tenido en mi vida. He llegado a llorar en algunos entrenamientos”. Recién aterrizada en Río, Marín dejó claro con estas declaraciones el entrenamiento militar que ha seguido los últimos meses. Entrenos que han incluido sets contra varios rivales a la vez.

Gritos ensayados

Que Carolina suelte un alarido después de cada punto ganado no es ni un tic ni una forma de liberarse de la tensión. Es una forma de decirle a sus rivales, mayoritariamente asiáticas, un “aquí estoy yo”. "Hay que gritar, para que vean que no te rindes", ha explicado la andaluza, que también entrena de manera meticulosa su gestualidad en la pista con su ‘coach’, Juan Carlos Álvarez Campillo.

Trabaja su agudeza visual

Dentro de este estudiado plan de entrenamiento, Carolina Marín incluye el trabajo de su agudeza visual. Un set y también un partido puede caer o no de su lado dependiendo de si acierta con su vista en los puntos ajustados. ¿Entró la pluma en su espacio o se fue por muy poco? Un optometrista se encarga de esta parcela.

Carolina Marín celebra el oro tras vencer a la india Sindhu Pusarla / Elvira Urquijo A.

Cámara de hipoxia

Ella, como otros deportistas del más alto nivel, ha incluido la cámara de hipoxia, que simula las condiciones en altitud, dentro de su modelo de preparación.

Dormir y entrenar, entrenar y dormir

Sus 24 horas del día se reparten entre la pista de entrenamiento y la cama. La onubense admite dedicarse a poco más. ¿Qué vas a hacer ahora?, le preguntó Jesús Gallego horas después de haberse colgado el oro en Río. “Desconectar”, soltó sin dudarlo un momento.

 
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