Italia celebra el primer funeral de Estado por las víctimas del seísmo
El número oficial provisional de muertos por el terremoto que asoló el miércoles el centro de Italia asciende a 290
El acto se llevará a cabo en la localidad de Ascoli Piceno y contará con la asistencia del jefe de Estado, Sergi Marttarella y del primer ministro, Matteo Renzi. / ATLAS
Roma
El presidente de la República italiana, Sergio Marttarella, y el primer ministro, Matteo Renzi, han asistido este sábado en Ascoli Piceno al funeral por algunas de las 290 víctimas causadas por el terremoto del miércoles en el centro del país.
Ambos, acompañados por los presidentes de la Cámara de los Diputados, Laura Boldrini, y del Senado, Pietro Grasso, el parlamentario del Movimiento Cinco Estrellas Luigi di Maio y otras autoridades estatales y regionales, han participado en este acto, que comenzó en torno a las 11.25 hora local y concluyó unas dos horas y media después.
El funeral ha sido organizado en un polideportivo adyacente al Hospital Mazzoni de esa localidad de la región de Las Marcas donde se han dispuesto los féretros con los cuerpos de 35 de los fallecidos en el seismo. Los familiares de las víctimas siguieron la misa en las primeras filas, mientras otros prefirieron permanecer sentados en el suelo abrazados a los ataúdes.
El funeral de Estado ha sido oficiado por el obispo Giovanni D'Ercole. D'Ercole pronunció uno a uno los nombres de 35 de los fallecidos por quienes se organizó esta ceremonia religiosa, en la que pudo verse en varias ocasiones la emoción en los rostros tanto de Renzi como de su esposa, Agnese Landini.
El obispo, en su homilía, aseguró que los campanarios de las localidades golpeadas por el terremoto "se han caído, no suenan más", pero, aseguró, "volverán a tocar, recuperarán el sonido de la mañana de la Pascua". "No tengáis miedo de gritar vuestro sufrimiento, pero no perdáis el valor. Juntos reconstruiremos nuestras casas e iglesias", dijo.
Miles de personas
Hasta este polideportivo también se acercaron algunos de los miles de personas que participan en las labores de rescate y asistencia a los damnificados y miles de personas de Ascoli Piceno y de otras localidades próximas para mostrar su solidaridad y su afecto a las familias.
Es el caso de Franca, una vecina de Ascoli Piceno que decidió hoy participar en el funeral para compartir el dolor de aquellos que han perdido a sus parientes. Visiblemente emocionada, con lágrimas en los ojos, recordó cómo en el terremoto falleció una amiga que era de Amatrice, una de las localidades que más daños ha sufrido. "Ella tenía 37 años y un bebé de 18 meses", que también murió.
El gobierno trabajará en la reconstrucción
La ceremonia duró en torno a una hora, aunque posteriormente Renzi permaneció durante más de otra hora en el interior del polideportivo conversando en privado con cada una de las familias de las víctimas para expresarles su pésame.
Durante el acto, Renzi también intercambió unas palabras con algunos de los alcaldes de localidades afectadas por el terremoto. A ellos les aseguró que el Gobierno trabajará en las próximas semanas en garantizar el acceso a la escuela de los niños golpeados por la tragedia y también en la reconstrucción los pueblos que han sufrido daños.
Entre los asistentes a la ceremonia estuvo el alcalde del municipio de L'Aquila, que en 2009 sufrió un seísmo que causó la muerte a 300 personas.
El alcalde solicitó al Gobierno que "no se demore" en poner en marcha los planes de reconstrucción de los pueblos afectados y pidió "coraje para desarrollar planes de prevención" que permitan edificar construcciones capaces de aguantar terremotos en una zona con gran actividad sísmica, como es el centro de Italia.
Nuevo recuento
El acto, el primero oficial y que se celebra mientras Italia está en luto nacional por la catástrofe del pasado 24 de agosto, se produce mientras se conoce que un nuevo recuento provisional de víctimas eleva ya a 290 los muertos por el seísmo.
La mayor parte de los fallecidos, 230, se han registrado en Amatrice, en la región del Lacio, a unos 140 kilómetros al noreste de Roma y que fue la localidad más afectada por el terremoto de 6 grados en la escala abierta de Richter.