Muere el actor Gene Wilder, quien fue Willy Wonka o el Dr. Frankenstein

"Nuestro mayor miedo ha sido siempre el conocimiento de nuestra propia mortalidad. Pero esta noche ¡abofetearemos con el guante de la ciencia la espantosa cara de la muerte misma! ¡Esta noche ascenderemos a los cielos!". Esto predicó Gene Wilder como Dr. Frankenstein, en diciembre de 1974. Más de 40 años después y con una ristra de películas a sus espaldas, falleció a los 83 años el actor, director, productor y guionista que dio vida al excéntrico y dulce Willy Wonka.

Más de 25 filmes como actor, cinco como director, cinco como guionista y una como productor, Wilder conquistó la pantalla desde el momento en el que se enfundó su sombrero de copa naranja, su pajarita verde y su americana de terciopelo malva. Sin embargo, en poco más de tres décadas, Wilder puso su firma en más de una trintena de proyectos cinematográficos. Además de dejar su sello en varias ocasiones junto al director Mel Brooks.

El de Milwaukee fue Eugene Grizzard en la galardonada con un Oscar al mejor actor de reparto por su papel, Bonnie and Clyde. Protagonizó Los productores, que se llevó la estatuilla gracias al guion. No obstante, si hay una película por la que se recuerda a Wilder es El Jovencito Frankenstein. Junto a Peter Boyle, monstruo y doctor consiguieron crear una pareja cómica a la par que extravagante.

Esos son solo algunos títulos. Wilder trabajó con Woody Allen allá por 1972 en Todo lo que quiso saber sobre el sexo y conoció el misterio y la intriga gracias a El expreso de Chicago en 1976. Hollywood conoció su talento y Richard Pryor fue su pareja de baile en cuatro películas. Su relación no fue la mejor y llegó a declarar que la tensión protagonizaba sus encuentros. No obstante, el humor y la química crearon un dúo difícil de igualar en filmes como Locos de remate (1981) o No me chilles que no te veo (1989).

Wilder se atrevió con la dirección y la producción. El resultado, películas como La mujer de rojo, junto a Kelly LeBrock. Una de las películas más emblemáticas de la década de los 80 y en la que brilló como director. 

Esta vez, la película de la vida de Wilder ha terminado a causa de una enfermedad. Complicaciones en el alzhéimer que padecía, -ha declarado su sobrino a Variety-, se han llevado al que hizo reír a todas las generaciones parodiando la terrible historia de un monstruo creado en un laboratorio.