Las elecciones vascas condicionan los movimientos internos en el PSOE
Habrá comité federal, pero Ferraz descarta que sea antes del 25 de septiembre. En las federaciones críticas, alineadas en el 'no', también definirán su hoja de ruta en función de la aritmética vasca y la posición del PNV
La rotundidad del 'no' de Sánchez sintoniza con el sentir mayoritario de la militancia. Desandar ese camino y defender la abstención acarrea un coste interno en el PSOE

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, durante una rueda de prensa / Mariscal (EFE)

Madrid
Todos los portavoces del equipo de Pedro Sánchez han reforzado después de su intervención en el debate de investidura el mensaje del líder socialista: el no del PSOE es irreversible. Después de una semana "perdida", según las palabras de un dirigente socialista, septiembre será, con toda probabilidad, otro mes perdido para la formación de gobierno dado que todas las fuentes socialistas consultadas coinciden en que será difícil que haya movimiento interno alguno durante las campañas de Galicia y Euskadi, hasta tener claro si la aritmética electoral vasca facilita el desbloqueo.
Queda claro que se volverá a hablar de la investidura en el máximo órgano de decisión del PSOE, el comité federal, pero Ferraz descarta que vaya a ser antes del 25 de septiembre. Las federaciones críticas también esperarán hasta entonces antes de decidir cualquier iniciativa.

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En su discurso de este miércoles, el líder socialista se cuidó mucho en la tribuna del Congreso de adelantar los movimientos del PSOE después de la investidura fallida de Rajoy que, salvo terremoto en la Cámara Baja, se producirá este viernes. Pero lo cierto es que, llegados a este punto, tanto en su equipo como entre los críticos hay coincidencia en que el discurso socialista tiene que evolucionar.
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Las contradicciones de los tres noes del comité federal del pasado 9 de julio (no al PP, no a formar gobierno y no a terceras elecciones) caen por su propio peso y son muchos los socialistas que, desde posiciones diferentes, opinan que hay que reflexionar sobre la hoja de ruta del otoño.
La opción de que Pedro Sánchez intente una alternativa a la de Rajoy cuando éste tire la toalla (la que han venido defendiendo dirigentes como Francina Armengol o Miquel Iceta) provoca división de opiniones entre los integrantes de la Ejecutiva federal. Unos ven mejor que otros que lo haga, pero el análisis de la mayoría es que ese escenario es muy difícil para el PSOE. Coinciden muchos en que lo que no se logró en marzo (sumar a Podemos y Ciudadanos) no se conseguirá ahora, quedó claro en el debate de investidura, y además en Ferraz siguen desconfiando de Pablo Iglesias y siguen, a día de hoy, descartando contar con las fuerzas soberanistas para armar una mayoría de gobierno.
Así que, para evitar nuevas elecciones, en el PSOE se confían, sobre todo, a que, el 25 de septiembre, los comicios en Euskadi faciliten un cambio de postura del PNV. Hasta entonces, parece poco probable que vaya a haber movimientos internos en el partido. Lo habitual es que se celebre un comité federal después de las citas electorales y, según fuentes socialistas, puede ser ahí el foro para abrir esa reflexión que pedían los presidentes Ximo Puig o Guillermo Fernández Vara, sin tener que forzar una convocatoria justo después del rotundo no de Pedro Sánchez.
Otra cosa es que, llegados a esa cita, el sector crítico vaya a asumir el coste orgánico de desdecirse del discurso del secretario general, del rechazo a Rajoy por las razones ideológicas y éticas que esgrimió Sánchez, que sintoniza, según coinciden muchos dirigentes del PSOE, con la opinión mayoritaria de la militancia, la que tiene que decidir el futuro del partido en el congreso federal, todavía sin fecha.
Esta coyuntura, la profunda división interna en un partido en pleno precongreso ha sido la que, paradójicamente, ha alineado a todos los actores enfrentados en torno al no, cada vez con más intensidad, por aquello de no distanciarse del sentir de las bases.
Este complejo escenario es el que lleva a pensar a distintas fuentes socialistas que los nuevos comicios son prácticamente inevitables. "Sánchez hizo un canto a las terceras elecciones", sostienen fuentes de las federaciones críticas que opinan que, seguir perdiendo apoyos como en las dos anteriores convocatorias, es letal para el PSOE.




