Barcelona 1 - Atlético 1: las cinco claves del primer gran partido de la temporada

1. El apagón del tridente

Madrid

Fue crucial para el empate al término de los 90 minutos. El Barcelona tuvo la pelota, pero le faltó la electricidad que siempre le aporta su trío atacante. Luis Suárez no conectó nunca con el juego, Neymar tardó demasiado en mirar a la portería contraria y Messi, que tampoco estuvo a su nivel, tuvo que marcharse con molestias en el pubis. El uruguayo solo se acercó al gol en un par de ocasiones y el brasileño, cuando el 10 estaba fuera del campo. Oblak, además, cumplió siempre que Neymar osó probar suerte.

2. El rigor táctico del Atlético

El conjunto madrileño jugó a lo que sabe en estadios tan complicados como el Camp Nou. Los de Simeone volvieron a cerrar todos los espacios al rival en la primera mitad. Prueba de ello es que Messi y Neymar solo pudieron conectar un par de jugadas en la primera mitad. Los azulgranas no lograron traducir su posesión en ocasiones.

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El gol de Rakitic al borde del descanso cambió la tónica del partido. Pero sin perder el orden -Simeone se encargó de mantenerlo en la segunda parte con Thomas-, los rojiblancos dieron un paso adelante y demostraron una vez más que no solo viven de su solidez defensiva.

3. La lesión de Busquets

El centrocampista del Barcelona no suele ser protagonista de los duelos, pero es un hombre vital en el esquema del equipo. Se marchó del terreno de juego en la reanudación. Luis Enrique reconoció después del partido que posiblemente no estaba en condiciones para jugar.

Arriesgó el técnico con el hombre que tanto control le da en los partidos y tuvo que quitarlo del campo para meter a un André Gomes que estuvo lejos del nivel del 5 del Barça. Por suerte para los locales, apareció Andrés Iniesta para hacerse con el balón y dirigir el juego azulgrana. Lo hizo con el pase de gol a Rakitic en la primera parte y continuó en toda una segunda mitad en la que fue el mejor (con diferencia) de su equipo.

4. El cambio más oportuno del Cholo

Simeone entendió que la lesión de Messi iba a inyectar cierta incertidumbre al Barcelona y metió más pólvora en el campo. Estaba obligado tanto por el momento como por el resultado. Y como pasa algunas veces en el fútbol, el cambio funcionó de forma inmediata. Nada más salir al terreno de juego, el Atlético ejecutó una falta en el centro del campo que pilló muy despistado al Barcelona. Tocó de primeras Torres para Correa, se resvaló Mascherano y el argentino logró el tanto del empate.

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5. La omnipresencia de Griezmann

El francés no marcó, pero ayudó mucho al equipo a encontrar el camino. Durante el primer tiempo, a los colchoneros no les duraba el balón en los pies. Después, Griezmann se metió en el centro del campo y no se pegó a la banda, sino que intervino directamente en la creación de juego para buscar la conexión con Gameiro, con Carrasco y luego con Fernando Torres. Además, volvió a ratificar su compromiso en tareas defensivas. Más de una vez se le vio pegado a Neymar en su área para ayudar a cerrar al equipo.