Científicos españoles desarrollan un revolucionario sistema de almacenamiento de energía
Basado en el silicio fundido, el elemento más abundante en la corteza de la Tierra, es capaz de acumular hasta diez veces más cantidad de energía que los métodos actuales.
Madrid
Un equipo de investigadores del Instituto de Energía Solar (IES-UPM) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) está desarrollando un novedoso sistema que permite almacenar energía en silicio fundido, el elemento más abundante de la corteza terrestre. Este método ha sido recientemente publicado en la revista “Energy” y se encuentra en proceso de patente en Estados Unidos.
Este sistema presenta una gran novedad: permite el almacenamiento de grandes cantidades de energía en forma de calor en silicio fundido a muy altas temperaturas, unos 1.400 grados centígrados. El silicio tiene unas propiedades únicas, porque puede guardar hasta diez veces más que con las sales empleadas actualmente en las centrales de energía solar.
Ventajas
Además, el silicio se puede mantener fundido y aislado térmicamente del entorno hasta que dicha energía es demandada, en cuyo momento se produce la transformación del calor almacenado en electricidad. Y aquí viene el truco, como señala Alejandro Datas, investigador promotor de este proyecto. “A estas temperaturas tan altas, el silicio brilla intensamente, del mismo modo que lo hace el sol, y por tanto pueden emplearse células fotovoltaicas -que en este caso se denominan termofotovoltaicas- para convertir dicha radiación incandescente en electricidad”.
El resultado final es el de un sistema extremamente compacto, sin partes móviles, silencioso, capaz de almacenar hasta diez veces más energía que las soluciones existentes y que emplea materiales abundantes y de bajo coste.
Aplicaciones
A corto plazo, se prevé que la primera aplicación de estos dispositivos sea en el sector de la energía termosolar, donde se evitarían los complejos sistemas utilizados en la actualidad que emplean fluidos de transferencia de calor, válvulas y turbinas para producir electricidad. Al simplificar la configuración, se podrán reducir drásticamente los costes de la energía generada, que unido a una mayor capacidad de almacenamiento, pueden convertir esta solución en una de las más rentables de entre todas las alternativas de generación renovables.
En el medio-largo plazo estos sistemas podrían también emplearse para almacenar electricidad en el sector residencial y gestionar todas las necesidades energéticas (electricidad y calefacción) de los núcleos urbanos.
Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...