Noruega quiere construir un muro de 4 metros en su frontera con Rusia
Está previsto que tenga 200 metros de largo y que separe el continente europeo y la zona Schengen de Rusia por la llamada ruta del Círculo Polar Ártico
Por esa frontera solo se puede cruzar en coche o en bicicleta y miles de migrantes han accedido a Europa por este punto en los últimos cuatro años
Madrid
La legislación rusa establece que está prohibido caminar por el lado ruso de la frontera a pie, hay que hacerlo sobre ruedas, así que ese es el método que usan miles de refugiados que utilizan la ruta del Círculo Polar Ártico para entrar en Europa. Es la carretera E 105 que cruza desde el territorio ruso hasta la ciudad de Kirkenes en Noruega.
En medio, un puesto fronterizo que quedará intransitable después de que se construya el muro de acero de mas de cuatro metros, y que el gobierno Noruego justifica como el método para fortalecer la seguridad en el cruce que abre la puerta a la zona Schengen que establece el perímetro del área de libre movimiento entre ciudadanos de la Unión Europea.
5.000 personas solicitaron asilo en 2015 por este acceso
Solo el año pasado 5.000 personas solicitaron asilo en este acceso de Noruega, muchos procedentes de Siria tras hacer un largo trayecto para evitar el cruce por el Mediterráneo. En invierno esta zona situada a 344 kilómetros al norte del Círculo Polar Ártico y con temperaturas de hasta -30 grados en invierno, se ha convertido en la puerta de entrada a Europa de un número cada vez mayor de solicitantes de asilo.
Muchos migrantes consideran esta ruta, mucho más segura y menos costosa que otra usadas para llegar a territorio europeo. El Wall Street Journal contaba el testimonio de un profesor sirio que logró hacer el recorrido desde Beirut y le costó 2.400 dólares, una cantidad similar a la que cobran los traficantes para una ruta por mar hacia Italia o Grecia.
Avión a Moscú, tren hasta Murmansk y taxi hasta la frontera ruso noruega donde alguien está haciendo un negocio sin precedentes vendiendo bicicletas, que luego aparecen amontonadas y abandonadas al otro lado de la frontera en contenedores apenas a unos metros del puesto de control.
En Sor Varanger hay un albergue con 150 camas que están ocupadas la mayor parte del tiempo, en un país no acostumbrado a recibir grandes cifras de migrantes ni de peticiones de asilo.
Hasta cinco meses pueden permanecer allí, mientras las autoridades noruegas les facilitan alojamiento, alimentación y atención médica. La mayoría no quiere quedarse allí. Lo utilizan como puerta para seguir adelante hacia otros países europeos.
En el muro que esta construyendo Noruega, se instalarán también cámaras con un circuito cerrado de televisión para controlar los movimientos. Por este lugar, muchas mujeres rusas cruzan hacia Noruega para vender sus productos a residentes y turistas. Los noruegos a su vez entran en Rusia para comprar gasolina y bebidas alcohólicas a precios sensiblemente mas baratos que los suyos.
Críticas al polémico muro
El gobierno noruego rechaza que esta valla sea antimigrantes y que se está montando todo un espectáculo a su alrededor que no tiene razón de ser. Este mismo año el gobierno noruego presentó un nuevo proyecto de ley de migración y asilo que da poder a cualquier funcionario a negar la entrada en el país a cualquier persona que no proceda de una zona de conflicto. Y como no hay proyecto sin repercusión, una parte de esa valla tendrá que ser excavada y reconstruida de nuevo porque no se hicieron bien los cálculos y se diseñó demasiado cerca de la línea fronteriza con Rusia.
Victoria García
En la SER, desde hace casi tres décadas, con algunas ausencias. Antes en Antena3 Radio y TV. Trabajé...