El Barcelona se resarce ante el Deportivo

Las últimas citas entre Barcelona y Deportivo en el Camp Nou han concluido con traspiés catalán. Un duelo que intimidaba a los locales, más aún si cabe tras la derrota en Balaídos. Sin embargo, el acierto de Rafinha y el dominio de principio a fin, no permitió lugar a dudas.

Luis Enrique proponía una defensa inédita. Con la baja de Sergi Roberto y Jordi Alba, añadida a la no convocatoria de Aleix Vidal, la línea de cuatro la componían Mascherano, Mathieu, Piqué y Digné.

A la incógnita defensiva se sumaba la presencia de Messi, que volvía tras lesión, e Iniesta en el banco. El técnico reservó a sus jugadores franquicia con las miras puestas en el enfrentamiento de Champions ante el Manchester City. Rakitic acompañaba a Busquets y Rafinha en la medular y Arda, Suárez y Neymar cerraban filas en el ataque. Por su parte, Garitano alineó a Andone, Colak y Guilherme esperando dar una sorpresa que nunca llegó.

Un Barcelona, selectivo, eligió los momentos para atacar a su rival. Sin un dominio excelso, los locales fueron punzantes en la faceta ofensiva. En el comienzo del partido Neymar mandó un remate al larguero, cuyo rechazo cabeceó Luis Suárez por encima de la portería. No pareció importarles la ausencia de su compañero de tridente y fueron calentando con el paso de los minutos.

Rafinha, el protagonista

Una lanzamiento de falta de Neymar por aquí y un zapatazo de Rakitic por allá, el Barcelona iba cocinando el primer tanto. El ingrediente sorpresa fue Rafinha. El mediocentro entró en velocidad dentro del área, recogió la asistencia de Suárez y cruzó el balón para abrir la lata. Lux no atajó y ayudó en el gol.

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La progresión blaugrana prosiguió ante un Deportivo ausente en la Ciudad Condal. Sidnei, que hacía las labores de central, tuvo que abandonar el encuentro por lesión y le sustituyó Arribas. Sin respiro para los visitantes, Rafinha volvió a encontrar puerta. Pasada la media hora de partido, Neymar ejecutaba la falta, Piqué remataba y el brasileño anotaba tras la parada de Lux. Como si de un ariete se tratase, Rafinha, posicionado en el área pequeña, empujaba a la red su cuarto gol de la temporada.

Quien tampoco quiso faltar en el festín fue Luis Suárez. El uruguayo, auténtico merodeador del área, metió la quinta marcha e hizo el tercer tanto antes del descanso. Un exquisito control le dejó solo ante el guardameta blanquiazul y no falló. Parece que estaba apalabrada su sustitución al comienzo de la segunda mitad ya que el ‘9’ azulgrana apretó en los últimos instantes. Primero se topó contra el poste y posteriormente fue el encargado de lanzar la falta que dio final a los primeros 45 minutos. Su disparo pasó cerca del cuadro deportivista.

La vuelta de Messi

Luis Enrique, con el colchón en el marcador, comenzó a mover el banquillo. Alcacer pasó a hacer de Luis Suárez y Messi regresó. El argentino, que volvía tras perderse tres partidos, sustituyó a Busquets. El ‘5’ es uno de los jugadores que más está sufriendo en este tramo de temporada, lo que obliga al entrador asturiano a mantenerle entre algodones.

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Solo cinco minutos le bastaron a Messi para dejar su sello. Su amigo Neymar filtró el pase y Messi anotó el cuarto por el palo del portero. La pulga ha vuelto en forma, ejemplo de ello es que desde que pisó el terreno de juego, el partido se focalizó en su figura.

Mientras Messi sacaba su repertorio a relucir, Laure recibía tarjeta roja directa por un codazo a Neymar y acentuaba de esta manera el dominio local. Un Deportivo con poca presencia que veía como el Barcelona, pese a la goleada, no levantaba el pie del acelerador. El ‘10’ azulgrana surtía pases a Paco Alcacer, pero éste no transformaba sus oportunidades sobre todo por la actuación de Lux y el poste.

La abrumadora posesión del Barça rindió al Depor y durmió un partido que finalizó con un nuevo fallo de Alcacer cuando por fin parecía que iba a marcar su primer gol como blaugrana.