La red de empresas de Correa jugaba a dos bandas con Aguirre y Gallardón
Pablo Crespo, número 2 de la trama, reconoce que la mala relación de estos políticos obligaba a crear nuevas empresas para poder trabajar con ambas administraciones
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El presunto cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, a su llegada a la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares / Emilio Naranjo EFE
Madrid
La lluvia de contratos públicos y encargos directos con plazos de 48 horas para su ejecución llevó a la red Gürtel a tocar el cielo. Las compañías de Correa copaban todos los trabajos en la Puerta del Sol, pero también se presentaban a concursos en el ayuntamiento de Madrid que presidía Alberto Ruiz Gallardón.
Y lo hacían con empresas distintas, aunque se dedicaran al mismo sector del diseño y ejecución de actos institucionales, porque "si Aguirre se enteraba de que contratabas con su amigo Gallardón, estabas fuera de los concursos de la Comunidad de Madrid".
Crespo ha manifestado que desde el propio gobierno regional de Esperanza Aguirre se les exigía que se fraccionaran las facturas para así no tener que convocar concursos públicos.
Sin embargo ha dicho no conocer lo que significa el acrónimo A.L.V. unas iniciales que la investigación sugiere que se trata de Alberto López Viejo, el cargo público que presuntamente encargó a la red de Correa los 304 actos institucionales para Aguirre.
Crespo tampoco sabe nada de cajas de seguridad llenas de dinero negro ni si el apodo "Willy" se relaciona con el exalcalde de Majadahonda, también acusado, Guillermo Ortega.
