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Deberes escolares

De Franco a Felipe González: la eterna prohibición de los deberes

El ministerio de Educación ha prohibido las tareas fuera del aula cuatro veces en los últimos 60 años.

Niños de parvulario realizan en sus cartillas los deberes mandados por el maestro en un colegio de Badajoz, en septiembre de 1966. / EFE

Madrid

España es un país sin deberes escolares. Están prohibidos desde hace décadas. No lo habíamos notado pero es así. Hasta en cuatro ocasiones el ministerio de Educación ha dictado normas prohibiendo las tareas fuera del aula. Durante la dictadura de Franco se aprobadron dos Decretos en  1957 y 1967 que afectaban a los alumnos de instituto y una Resolución en 1973 para los estudiantes de enseñanzas medias. Ya en democracia el primer Gobierno de Felipe González mandó una circular a los centros escolares en 1984 prohibiendo deberes en EGB. 

Entonces era ministro José María Maravall y José Torreblanca ( Toledo, 1938) , subsecretario de Educación: "Un día me llamó el ministro y me dijo: ¿Qué te parece Torreblanca? Creo que habría que suprimir los deberes. Y yo dije: pues ministro, adelante. Entonces se publicó una orden o circular, no recuerdo bien, por la cual se suprimían los deberes", explica por teléfono.

Torreblanca reconoce que aquello fue poner puertas al campo. Los deberes  se siguieron mandando y haciendo. "A mí todo eso me pareció en aquel momento, con todos mis respetos a José María Maravall al que quiero mucho, un poco ingenuo. No se pueden prohibir los deberes. La orden la tenían que aplicar los maestros y los inspectores pero era una costumbre tan consolidada en las escuelas, y que dependía de tantos factores, que era muy difícil ponerle coto y ordenarla". El ex subsecretario de Educación cree que esa norma debe estar aún en vigor: "Debió de quedar difuminada en el tiempo pero no recuerdo que fuera derogada".

"Se trataba de proteger a los niños  y que tuvieran tiempo para jugar"

Un alumno de 1º de la ESO realiza deberes en su casa en Valladolid, en octibre de 2016.

Un alumno de 1º de la ESO realiza deberes en su casa en Valladolid, en octibre de 2016. / Nacho Gallego

Los motivos de aquellla decisión de prohibir los trabajos fuera de clase se parecen mucho a los defendidos 32 años después por la Confederación de padres CEAPA que ha convocado una huelga de deberes para los fines de semana de noviembre: "Se trataba de proteger a los niños de la escuela que es una institución bastante invasiva", explica José Torreblanca. "Ya tienen bastante trabajo con ir al colegio desde muy pequeñitos desde las nueve de la mañana hasta las 5 de la tarde o la hora que lleguen a casa. Se pensó que a partir de ese momento ese tiempo debían tenerlo sólo para jugar o para hacer lo que quisieran y no llegar sobrecargados a casa con los libros, volverlos a abrir...A mí eso me parece excesivo y eso fue lo que , en aquel momento,  más se tuvo en cuenta".

Los deberes son un factor de discriminación social 

Este técnico de la administración que ha dedicado su vida a la educación - fue el primer presidente del Consejo Escolar del Estado -  recuerda que "más adelante" se determinó que los deberes son un factor de discriminación social sobre todo a determinadas edades: "No es lo mismo mandar deberes a un niño con padres con poca formación, o que vive en una casa en la que no hay ambiente de estudio o no hay libros, que a un niño que tiene padres profesores o con una titulación superior y pueden ayudarle".

José Torreblanca defiende que los deberes se eliminen completamente en primaria para garantizar el principio de igualdad: "De 6 a 12 años la escuela debe satisfacer todos los requisitos de enseñanza durante el tiempo de presencia en el aula. El sistema debe de estar concebido de forma que los alumnos cuando salgan de la escuela no tengan que hacer deberes. A partir de la ESO es distinto. Todo el mundo supone que tiene que haber tareas o estudio que el alumno de forma autónoma debe ir aumentado de forma gradual".

Como solución a un debate recurrente desde hace más de medio siglo Torreblanca propone "hacer una revisión en profundidad del sistema escolar. Revisar lo que se enseña. Los deberes son consecuencia de un currículo absolutamente disparatado y excesivo. No se trata de quitar o no los deberes se trata de conseguir que los alumnos sigan un plan de estudios suficientemente coherente y simplificado. Se debería determinar para los alumnos que tienen menos de 12 años las cosas que se les pueden enseñar en la escuela y que aprendan allí todo lo que tienen que aprender sin hacer un esfuerzo suplementario".

 
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