El Leganés consigue su primera victoria en Butarque en el debut de Caparros
Un doblete de Robert Ibáñez desluce el primer partido de Caparros en el banquillo del Osasuna y consigue los primeros tres puntos del Leganés como local en Primera División
Madrid
El Leganés hace historia al conseguir su primera victoria en Primera División gracias al doblete de Rober Ibáñez ante el Osasuna (2-0) que llegaba a Butarque con su nuevo entrenador, Joaquín Caparros.
- FICHA TÉCNICA
El duelo comenzó con un Leganés con su versión más abierta y alegre. Las bandas se convirtieron en autopistas. Su veloz irrupción tuvo continuidad en un centro al corazón del área que intentó cabecear sin éxito el brasileño Gabriel y acabó en los pies de Rober Ibáñez, expectante en el segundo palo. Con calma y sin apenas inmutarse definió por bajo para poner por delante a los suyos.
Pudo asentar su condición de héroe el 'dieciséis' cuando Szymanowski vio un hueco a espaldas de la defensa y le entregó un gran pase, pero su definición se marchó desviada.
Unos no podían y los otros administraban sus fuerzas esperando su momento. Este pudo llegar en un remate acrobático de Luciano que se marchó desviado y en un disparo de falta de Gabriel que sacó abajo Nauzet. Poco más en lo ofensivo antes del intermedio.
Con la reanudación, dos cambios. Szymanowski, tocado, dejó su sitio a Machís. Por su parte los navarros buscaron más mordiente arriba retirando a Fausto Tienza y dando la oportunidad al francés Riviére.
Las modificaciones le vinieron bien al choque. Subió la intensidad y ambos comenzaron a soltarse. Avisó primero el anfitrión con un remate de Luciano a centro de Rico que sacó bien bajo palos Nauzet. Respondió el Osasuna con una aparición desde atrás de Oier que le sirvió a Serantes para descongelarse.
El balón iba de área a área y en su siguiente viaje se alojó en la red. Timor buscó un envío largo hacia Rober Ibáñez y, en su primera gran noche como 'pepinero', el extremo realizó un magnífico control al que siguió una certera sentencia.
Sin nada que perder, continuaron apretando los de Caparrós con la idea de volver a meterse en el partido. Pero el Leganés concedió poco o nada sabiendo que esta era una jornada para el recuerdo. Solo la las lesiones de Diego Rico y Rober Ibáñez, que se marchó a vestuarios sin poder apoyar el pie, afearon lo que difícilmente podía salir mal.
Tras rendir con dignidad como local ante algunos de los grandes de la categoría al fin firmó el Leganés un triunfo que le permite acabar con una mala racha de cuatro duelos sin puntuar y abrir distancia respecto a uno de los rivales llamados a luchar por la permanencia.