Rechazada la excarcelación de Sauvage, condenada por matar a su maltratador
Jaqueline Sauvage fue condenada a 10 años de prisión por acabar con la vida de su marido en el año 2012 disparándole tres veces con un rifle. Llevaba sufriendo malos tratos más de 47 años
París
Jacqueline Sauvage, la mujer que acabó con la vida de su marido en 2012 disparándole tres veces con un rifle, tras 47 años de martirio, seguirá entre rejas. El Tribunal de Apelación de París ha vuelto a rechazar, por segunda vez, la petición de excarcelación provisional del fiscal, que le permitía el indulto presidencial.
Los jueces repiten el mismo argumento de su decisión en agosto. La condenada a diez años de cárcel firme, de los cuales ya ha cumplido cuatro, "no ha tomado conciencia del acto de agresión cometido".
El caso se ha convertido en un símbolo de la violencia de género en Francia. Su marido la violó y golpeó durante 47 años de matrimonio y abusó sexualmente de sus tres hijas, además de maltratarlas igual que al hijo mayor de la pareja, que acabó suicidándose.
Los magistrados argumentaron en su anterior sentencia para no ponerla en libertad la mediatización del caso, "que le habría impedido reflexionar sobre su acto". En su momento se consideró que había habido un pulso entre la Justicia y la política. Como señalaron algunos abogados, determinados jueces no soportaron la intercesión del jefe del Estado, que le concedió el indulto y recibió a las abogadas y a las hijas de la acusada después de una ola de solidaridad en la sociedad francesa sin precedentes.
Por eso esta vez las defensoras de Sauvage no hicieron declaraciones y el silencio se impuso también los medios para no perturbar la decisión judicial.
Esta mujer, casi septuagenaria, mató a su marido Norbert Marot en 2012 de tres disparos de rifle. Tras ser detenida, es informada de que en la víspera su hijo Pascal se ha suicidado. Además de sus hijas, vecinos y compañeros de trabajo testificaron durante el juicio sobre la brutalidad que imponía Marot en su entorno.
Jacqueline Sauvage fue condenada por dos juzgados populares, la última en noviembre de 2015, a diez años de prisión firme. La ola de solidaridad del caso generó una iniciativa parlamentaria, a iniciativa primero de una diputada de derechas, para que se introduzca en el códio penal el "atenuante de síndrome de mujer maltratada" como existe en Canadá.
La legislación actual reconoce la legítima defensa, pero bajo una triple condición: debe responder a una agresión injustificada, realizarse en el mismo momento del ataque y ser proporcional. Los magistrados no consideran que se puedan aplicar al caso de Sauvage que nunca había denunciado, como tampoco sus hijos.
