Renzi ha convertido la consulta popular en un plebiscito sobre su continuidad
El primer ministro italiano, que gobierna sin haber ganado unas elecciones, ha hecho del referéndum sobre los cambios constitucionales, un plebiscito sobre su figura: Renzi sí o no
Aunque la oposición se muestra ahora en contra, la reforma fue aprobada por Senado y Cámara de Diputados
Madrid
En torno a cincuenta millones de italianos pueden votar este domingo en el referéndum sobre la reforma constitucional que pretende modificar más de cuarenta artículos de la Carta Magna italiana.
No obstante, el referéndum se ha convertido en un plebiscito que pulsará el apoyo ciudadano al primer ministro Matteo Renzi. El propio dirigene ha polarizado la campaña planteando la consulta como la decisión entre el apoyo a su gestión o el rechazo a Italia.
En su defensa del sí, Renzi se ha instalado en el discurso de la catástrofe, blandiendo la inestabilidad y el aumento de la prima de riesgo como argumentos ante el posible rechazo de su postura.
Enmendar el texto de 1948
Los principales puntos de la enmienda constitucional italiana versan sobre el sistema parlamentario y la delimitación de competencias entre las regiones y la Administración central del país. Con el nuevo documento se pretende entre otras cosas, suprimir el bicameralismo —articulado entre Senado y Cámara de diputados que en Italia poseen las mismas funciones— reduciendo de manera tajante el número de senadores y convirtiendo esta cámara en un verdadero órgano de representación territorial.
En la reforma también se contempla que el Estado recupere competencias en sectores como la industria energética, el servicio público de salud o o la merma en el sistema burocrático para intentar reducir los costes del funcionamiento de las instituciones.
Plebiscito disfrazado de Referéndum
Matteo Renzi —que es primer ministro sin haber vencido en elecciones— ha acabado convirtiendo la consulta popular sobre asuntos complejos del sistema político e institucional italiano, en un plebiscito en el que los ciudadanos mostrarán apoyo o rechazo a su gestión en un Renzi sí o no.
Esa clave política no ha abandonado la campaña previa al referéndum, donde los partidos han vertido críticas muy ácidas a la iniciativa del primer ministro, aunque esas mismas fuerzas la respaldaron en dos ocasiones —enero y abril— en las dos Cámaras.
Aunque se ha extendido la hipótesis de que si no consigue sacar adelante su propuesta, Renzi dimitirá de su cargo, ni él ni nadie de su partido lo han confirmado.