Economia y negocios | Actualidad
Ley Reforma Laboral

¿Qué cambió la reforma laboral del PP y cuáles han sido sus resultados?

La gran ley de Rajoy para crear empleo tiene sus luces y sus sombras

La ministra de Empleo, Fátima Báñez (d), acompañada por el secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, momentos antes de comparecer ante la Comisión de Empleo y Seguridad Social, en el Congreso de los Diputados / Ángel Díaz (EFE)

Madrid

El principal cambio que operó la reforma laboral, o al menos el que más impacto tuvo, fue el de facilitar y abaratar el despido. Antes del 12 de febrero de 2012 el despido de referencia era el improcedente, con indemnización de 45 días por año. Con la reforma, no sólo bajó esa cantidad, a 33 días, sino que además el despido de referencia pasó a ser el procedente, el de 20 días por año, porque con el nuevo redactado de la reforma se pone muy fácil a las empresas despedir por causas económicas procedentes, porque la empresa va mal, más fácil todavía en plena crisis.

Más información

Otro gran cambio fue facilitar mucho al empresario la modificación unilateral de las condiciones de trabajo, salario incluido. Y la tercera modificación fue el impacto sobre la negociación colectiva. Se pasó a dar primacía al convenio de empresa sobre los de niveles superiores, se dispuso que cuando un convenio llevara un año caducado su contenido decaería (en vez de seguir teniendo efecto hasta ser sustituido por otro, como hasta entonces; esto es lo de la famosa ‘ultractividad’) y también se facilitó mucho el procedimiento para descolgarse de los convenios, para inaplicarlos cuando la situación de la empresa sea mala. Pero además de esos hitos, la reforma hizo mucho más, desde facilitar los despidos por absentismo hasta hacer más fáciles los EREs y los EREs en el sector público, pasando por instaurar el contrato de emprendedores, con un periodo de prueba de un año durante el que se puede producir un despido sin indemnización.

Los datos

Es muy difícil desligar los efectos de la reforma laboral de lo que habría pasado de no haberse aprobado esta ley, pero algunos indicadores nos pueden dar pistas. La reforma se aprobó en febrero de 2012 para -decía el gobierno- frenar y luego revertir la destrucción de empleo. El caso es que la destrucción de empleo continuó a lo largo de todo 2012; en el primer año de la reforma laboral la destrucción de puestos de trabajo fue de 735.000. Los primeros datos interanuales positivos se dan en 2014, el año en el que el PIB empezó a remontar, lo que puede vincular la creación de empleo a la marcha de la economía, más que a la reforma.

Y en cuanto a la calidad del empleo, a la precariedad, que es lo que le reprochan muchos de los que critican la reforma a esta medida del gobierno, si comparamos los últimos datos de la EPA (tercer trimestre de 2016) con los del tercer trimestre de 2011 (el último tercer trimestre antes de la reforma, cuando había más o menos el mismo número de ocupados que ahora, aunque más parados), vemos que en estos momentos la temporalidad es mayor (casi el 27%, frente a casi el 26% de hace 5 años), y el tiempo parcial también (14,5%, frente a 13% de entonces), y además el porcentaje de personas a jornada parcial que están en esa situación involuntariamente, porque no han encontrado trabajo a tiempo completo, ha aumentado en casi 7 puntos, hasta superar el 61%).

Los salarios contuvieron su avance desde la aprobación de la reforma laboral (de hecho en 2012 bajaron un 0,6 por ciento, aunque ese dato está muy influido por la supresión de la paga extra de navidad en el sector público, que no es una de las medidas de la reforma laboral), para retomar los avances en 2015.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00