El Madrid cumple el trámite ante el América

Madrid

Misión cumplida. El Madrid ya está en la final del Mundial de Clubes -que jugará el domingo (11:30 horas) ante el Kashima japonés-. Ganó el equipo blanco ante el América de México, con más oficio que brillantez, y sumó una nueva victoria más en la era Zidane, y ya van 36. 

Ganó y cómo lo hizo. Con dos goles y los dos en el descuento. A este Madrid le va la marcha. Esta vez no fue Sergio Ramos -que ocupó el banquillo por lesión-, sino Benzema, en el tiempo extra de la primera parte, y Cristiano Ronaldo, en el de la segunda. La cosa tiene su guasa.

Benzema fusiló a Muñoz con un sutil pase con el exterior después de un excelso pase al hueco de Kroos en el minuto 46. Y Cristiano marcó en un contragolpe cuando el partido ya agonizaba y con polémica arbitral incluida, y eso que ya están utilizando la tecnología. El debate de si perjudica más que ayuda está abierto.

Tardó demasiado en llegar el primer gol del Madrid porque ocasiones tuvo de sobra para haberlo hecho antes. Algunas tuvo Cristiano, que lució sonrisa después de hacerse con su cuarto Balón de Oro. La más clara la tuvo en el minuto 25, cuando después de un soberbio testarazo estampó la bola en el palo derecho de la portería del América. El pase y el centro lo puso, cómo no, Lucas Vázquez. 

Cómo no porque el canterano, titular de nuevo, estuvo en todas. Arriba y abajo. En las recuperaciones, en los centros, en los remates y en las recuperaciones.

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Agitó el canterano y también el timón de Modric un partido bastante espeso. Entre otras cosas porque el América estaba tímido e, incluso, temeroso y porque al Madrid parecía darle un poco pereza ponerse el mono de trabajo con el jet lag que arrastra y ante un estadio medio vacío. 

El segundo acto tuvo poca cosa. Alguna intentona sin mucho éxito de los mexicanos -el plan de La Volpe fue poco fiero-, alguna ocasión de los blancos, que esta vez lucieron de negro, y el gol de Cristiano.

Un tanto que el árbitro dio por bueno casi dos minutos después de hacerlo. Porque primero dijo que sí, luego los árbitros de vídeo le dijeron que era fuera de juego, luego lo volvieron a ver y dijeron que no lo era y el paraguayo Cáceres, no se decidía, y todos mirando el videomarcador donde se veía a los árbitros de vídeo. ¿Lo daba? ¿No lo daba? Finalmente Cáceres lo dio por bueno, cogió el balón y lo llevó él mismo hasta el centro del campo. Y fin del partido. El domingo, más.