Primer paso para derogar la reforma del TC que permite suspender a cargos públicos que incumplan sus sentencias

Madrid

La posible derogación de la reforma del Tribunal Constitucional, para la que se ha dado el primer paso en el Congreso con los votos de PSOE, Unidos Podemos, PNV, ERC y el partido Demócrata Catalán, preocupa sobremanera en el Gobierno y en el PP que, según fuentes consultadas por la SER, buscarán una negociación con el PSOE para ralentizar la tramitación parlamentaria, ganando tiempo para hacer frente a la hoja de ruta independentista. Ante la imposibilidad de frenar una proposición de ley cuya admisión a trámite ya ha aprobado el Congreso, los populares están dispuestos a estudiar modificaciones puntuales, suavizando o acotando las sanciones previstas durante el futuro debate de enmiendas pero sin renunciar a la suspensión en sus funciones a las autoridades catalanas que incumplan las sentencias del Constitucional. El objetivo del PP y del Gobierno es alcanzar un punto intermedio con el PSOE que impida tumbar por completo su reforma en pleno desafío secesionista, recordando que como último escenario teórico, el Gobierno siempre puede disolver las Cortes y convocar elecciones ante la aprobación de alguna iniciativa legislativa que considere de especial gravedad o que contravenga manifiestamente su programa electoral. Durante el debate de la proposición de ley presentada por el PNV en el pleno, el popular Carlos Rojas García ha defendido la reforma con el argumento de que fortalece al Estado de Derecho y asegura el cumplimiento de las sentencias del Tribunal Constitucional: “aquí no hay impunidad, quien va contra la ley debe responder por ello”, ha señalado.

El portavoz del PP ha reprochado al PSOE que vote a favor de derogar esta reforma y ha pedido a los socialistas que vuelvan a la senda del acuerdo en las cuestiones de Estado: “No es momento de dar bandazos, si el PSOE vuelve a caer en los complejos que le han convulsionado, daremos todos un paso atrás como país”, ha espetado.

Por su parte el socialista Gregorio Cámara ha asegurado que el PP no debe interpretar la postura del PSOE como un voto en su contra sino como “un ejercicio para recuperar el consenso que los populares rompieron al aprobar unilateralmente la reforma en vísperas de las elecciones de 2015 y aprovechando el rodillo de su mayoría absoluta contra el criterio de toda la oposición”. Cámara sí se ha mostrado abierto al entendimiento con el PP durante el trámite parlamentario de la proposición de ley, en el periodo de presentación de enmiendas. Toda la cámara, salvo PP y Ciudadanos, que han votado en contra, ha apoyado la iniciativa del PNV para tumbar una reforma que, a su juicio, convierte al Constitucional en brazo ejecutor del Gobierno, vulnerando la separación de poderes y usando políticamente al tribunal para cuestiones que deberían tener respuesta en el ámbito del diálogo político e institucional y el ordenamiento jurídico ordinario. Los partidos catalanes se han felicitado del primer paso para derogar esta reforma y han advertido de que mantendrán hasta el final su hoja de ruta para la independencia. “Referéndum sí o sí”, ha sentenciado la portavoz del partido Demócrata Catalán, Lourdes Ciuró, mientras que la diputada de ERC, Esther Capella, ha dejado claro al Gobierno que “no doblegarán la voluntad del pueblo de Cataluña que no acatará leyes injustas”.