El PP no aborda a fondo el tema de las incompatibilidades en sus Estatutos
Es tema tabú en un partido en el que Cospedal compagina varios cargos
Tampoco figura nada sobre la limitación de mandatos
Madrid
En la ponencia de Estatutos del Partido Popular se habla de incompatibilidades pero se ha decidido no cambiar absolutamente nada. Es tema tabú en un partido en el que su secretaria general compagina su puesto con el Ministerio de Defensa y la Presidencia de la formación en Castilla-La Mancha. Tampoco se habla de limitación de mandatos. Rajoy no se pone fecha de caducidad.
En todo caso esta es, si la cumplen, la propuesta con la que más lejos ha llegado el PP en participación de las bases y medidas de regeneración democrática. En la lucha contra la corrupción, Génova no echará a nadie hasta que se abra juicio oral. En eso no cambian nada sus reglas internas. Dicen que sólo actuarán antes en caso de que se produzca "un delito flagrante que genere alarma social". Pero lo que sí harán será pedir a sus dirigentes una declaración de idoneidad para formar parte de las listas. Para ello sus cargos tendrán que aportar toda una serie de documentos, como declaración de IRPF, de bienes y patrimonio.
Eso, de todos modos, es algo que ya existe en la formación conservadora con otro nombre: se llama carta de compromiso. En la sede nacional aseguran que ahora funcionará porque se va a crear, además, una Oficina del cargo popular que no sólo servirá para controlar la situación sino que también será "un mecanismo de prevención".
"Podemos evitar que haya irregularidades y, si ocurre, hacer que ese indeseable no cometa un delito. Si le pillamos lo que hay que hacer es denunciarle", señaló este lunes Fernando Martínez Maillo, vicesecretario de Organización. En el PP aseguran que de esta forma se avanzará mucho. Aunque, en su día, también Mariano Rajoy inauguró una Oficina Anticorrupción, dependiente del ministerio de Justicia, que no sirvió de mucho.
Además de todo esto a los militantes ahora se les otorgará más poder. Podrán "impugnar" decisiones de su partido y examinar en asambleas a sus cargos públicos al menos una vez al año. Pero estas promesas pueden quedar en tan sólo buenas palabras porque en ningún sitio concretan cómo se desarrollarán.
Y, por último, se aborda la elección del presidente con un sistema de doble vuelta. Primero se preguntará a los afiliados si quieren votar y con los que se apunten se formará el censo. Entonces acudirán a las urnas y si una persona se impone de forma muy clara, esta saldrá elegida automáticamente. Pero no lo quieren llamar bajo ningún concepto primarias. Han renegado demasiado de ellas para hacerlo y, por eso, hablan de "mayoría reforzada". Y recuerdan, que si hay varios candidatos, habrá una segunda ronda y en ese momento serán los compromisarios, como ahora, los que tendrán que elegir a su líder.