'Alcorconazo' en Cornellà
El equipo madrileño ha vuelto a hacerlo. Esta vez su víctima ha sido el Espanyol, al que superó en la tanda de penaltis después de aguantar el empate de la idacon idéntico resultado (1-1)

Los jugadores del Alcorcón celebran su pase a los octavos de final tras vencer en la tanda de penaltis al RCD Espanyol. / ALEJANDRO GARCÍA (EFE)

Barcelona
El Alcorcón hizo méritos para pasar de ronda. No salió a esperar. No podía hacerlo después del empate a uno de la ida. El ritmo y el desgaste del cuadro visitante era mayor. Los blanquiazules, por su parte, minimizaban los riesgos y lograron poner la pausa al choque.
El anfitrión estaba tranquilo, pero no dominaba. Lo dejó claro Álvaro Giménez, que puso de los nervios a Cornellà-El Prat con su tanto en el minuto 20. El delantero remató de cabeza un saque de esquina y dio la vuelta a la eliminatoria con el 0-1. El Espanyol estaba obligado a marcar.
La tensión defensiva del Alcorcón frustraba todos los intentos de los delanteros blanquiazules. Gerard Moreno y Felipe Caicedo tenían muchos problemas para encontrar algo positivo en la línea de cuatro madrileña, bien posicionada. Por el contrario, el cuadro amarillo se mostraba muy incisivo.

Óscar Duarte y Álvaro Giménez disputan un balón en el Espanyol - Alcorcón que ha dejado a los madrileños en octavos de final de la Copa. / ALEJANDRO GARCÍA

Óscar Duarte y Álvaro Giménez disputan un balón en el Espanyol - Alcorcón que ha dejado a los madrileños en octavos de final de la Copa. / ALEJANDRO GARCÍA
La ocasión más clara del Espanyol llegó justo antes del descanso. Diego Reyes, a palmos de la línea de gol, conectó un remate picado con la cabeza después de que Gerard Moreno peinara el balón. La pelota botó y se fue por encima del larguero. La afición perica silbó a su equipo.
Quique Sánchez Flores quería una reacción inmediata tras el descanso y dio entrada Hernán Pérez y a Melendo, por Caicedo y Reyes. Los catalanes ganaron en ímpetu y velocidad. Seguían sin ocasiones de gol claras, aunque obligaron al Alcorcón, muy cómodo, a retrasar líneas.
- ficha del partido
El anfitrión marcaba ahora la pauta del choque. Ante la imposibilidad de entrar por el centro, presionaba por las bandas y buscaba el centro que revitalizara su clasificación a octavos. Los de Julio Velázquez, por su parte, se limitaban a cerrar espacios y a ralentizar el compás del encuentro.
Hernán Pérez apareció en el 83 y asestó un latigazo desde el punto de penalti imparable para Dani Jiménez. Entró en el campo al descanso para ser el revulsivo y la apuesta funcionó. El pase, una parábola perfecta desde la banda de Piatti. Empate a uno: había partido. Y prórroga.
En el tiempo añadido apenas hubo fútbol, más allá de tímidos avisos sin peligro real. El cansancio creaba imprecisiones en ambos conjuntos, conscientes de que un error en el área sería fatal. Las piernas pesaban y la tanda de penaltis era el escenario más previsible. Así fue. Y la lotería, para el Alcorcón.




