Donnarumma rompe la sequía de títulos del Milan en la Supercopa de Italia
El AC Milan ha derrotado en la tanda de penaltis (1-1, 3-4) a la Juventus en la final de la Supercopa, celebrada en Catar, gracias a un paradón del meta Donnarumma a la estrella rival Dybala en el quinto penalti y al acierto definitivo de Pasalic
Madrid
El cuadro rossoneri tumbó al dominador el último lustro del fútbol italiano en un encuentro de menos a más, hasta volver a levantar un título cinco años después, igualando las siete supercopas que posee el equipo de Turín. La Juve vio repetirse la historia de hace dos años en el mismo estadio de Doha, cuando perdió también desde los 11 metros la final ante el Nápoles.
En un duelo parejo en ocasiones, los de Vincenzo Montella lograron rehacerse tras un mal inicio, donde encajaron el 1-0 obra de Giorgio Chiellini después de salvar varias ocasiones en contra. Con el vendaval juventino arreciando y el tanto en contra, el Milan entendió la necesidad de reaccionar, y lo hizo liderado por el español Suso aunque el que terminó siendo clave fue Donnarumma con su paradón en la tanda de penaltis.
El gaditano surtió de centros a sus compañeros y fue un quebradero de cabeza para los de Massimiliano Allegri, hasta encontrar la cabeza de Bonaventura para colaborar en el empate (1-1) poco antes del descanso. El Milan culminó su paso al frente en una segunda mitad de dominio sobre el rival, ante una Juve desconectada en el centro del campo y sin presencia ofensiva.
La agilidad de Suso siguió dando sus frutos, con Romagnoli encontrándose con el larguero, y Bacca con un enorme Buffon en un remate a bocajarro. El guante del gaditano encontró respuesta en un Dybala que saltó del banquillo para hacer lo que no supo Pjanic y logró reactivar el juego en ataque de los de Allegri. Pese a lo animado de la final, la prórroga hizo acto de presencia.
Ahí de nuevo perdonó Bacca, demostrando la falta de ritmo tras un mes lesionado, y de nuevo Suso bailó a sus rivales. La segunda mitad de la prórroga fue para la Juventus, un orgullo de favorito que cerca estuvo de darle el título, sobre todo con una buena ocasión de Dybala asistido por un Evra que creció en los últimos minutos.
Inamovible el 1-1, la tanda de penaltis dio la añorada gloria a un Milan que tras ganar Serie A y Supercopa en 2011 acumulaba cinco años de sequía, alejándose año tras año del pedigrí de uno de los equipos más laureados de la historia del fútbol. De la mano de Montella, el siete veces campeón de Europa parece iniciar su resurrección.