Reino Unido estudia multar a las empresas que contraten trabajadores europeos

Madrid

Todas aquellas empresas que contraten a trabajadores de la Unión Europea tras el Brexit podrían enfrentarse a una multa de 1.000 libras anuales por trabajador contratado. Así lo ha afirmado el ministro de inmigración del Reino Unido, Robert Goodwill, quien ha asegurado que esta medida podría "ser de gran utilidad para los trabajadores británicos".

Tal y como recoge The Guardian, el ministro de inmigración ha explicado que el resultado del Brexit significa que los votantes han dejado claro que no se estaba haciendo lo suficiente para asegurar el trabajo de los británicos y que las compañías confiaban demasiado en la mano de obra extranjera.

La medida se instaurará en abril en los países que no pertenecen al Espacio Económico Europeo

Goodwill ha confirmado que esta medida comenzará a aplicarse a partir de abril con aquellos países que no pertenecen al Espacio Económico Europeo: "Para un contrato de cuatro años se tendrá que pagar un cargo por conocimientos de inmigración de 4.000 libras por empleado. Esto es algo que se aplica actualmente a los países que no pertenecen a la Unión Europea y se ha sugerido que se podría aplicar al resto de países comunitarios".

Al mismo tiempo, el ministro ha asegurado que a finales de 2017, el Gobierno impulsará una tasa de aprendizaje para cumplir el compromiso del Gobierno que pretende formar a más de tres millones de aprendices antes de las elecciones generales de 2020.

"No estamos diciendo que vayamos a impedir que la gente venga aquí a trabajar. Lo vamos a hacer de manera controlada. Esta medida sería de gran ayuda para la economía británica y para los trabajadores británicos que que se sienten olvidados debido a que otras personas que llegan del extranjero consiguen los puestos de trabajo que a ellos mismos les gustaría conseguir", ha explicado Goodwill.

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Downing Street se distancia de la propuesta del ministro

Mientras tanto, Downing Street ha decidido distanciarse de esta propuesta. El portavoz de la primera ministra ha sugerido que las declaraciones de Goodwill podían haber sido "malinterpretadas" y que tan solo quiso subrayar la tasa de aptitudes para los inmigrantes que no son miembros de la Unión Europea, que entrará en vigor el próximo mes de abril.

No obstante, se confirma que Reino Unido trabaja en medidas para controlar la inmigración una vez abandonada la Unión Europea. Según una portavoz del Ministerio del Interior británico, "la gente de este país habló muy claramente en el referéndum y no estamos dejando la Unión Europea únicamente para renunciar al control de la inmigración de nuevo".