Expulsado de la Guardia Civil un sargento tras ser condenado por maltratar a su pareja
El Tribunal Supremo confirma la expulsión del cuerpo de un sargento de Gijón tras ser condenado en firme por haber apalizado a su pareja en un bar y en su domicilio
Madrid
El Tribunal Supremo ha confirmado la decisión del Ministerio de Defensa de expulsar de la Guardia Civil a un sargento tras haber sido condenado por maltratar y golpear a su pareja. Los jueces avalan que deba ser apartado del instituto armado por haber sido condenado en firme a casi tres años de prisión por dos delitos de lesiones y uno de detención ilegal.
Según recoge la sentencia del Tribunal Supremo, los hechos por los que fue condenado ocurrieron en Gijón en diciembre de 2012 en un bar de la playa de San Lorenzo: el sargento agarró por el pelo a su pareja y la estampó contra una mesa cuando vio que estaba hablando con un amigo, teniendo que ser auxiliada por personas que estaban dentro del local. Una vez en su casa le pegó una paliza y llegó incluso a blandir un cuchillo, siendo liberada sólo cuando llegaron varios agentes de Policía Nacional y tiraron la puerta abajo al escuchar los gritos de pánico de la mujer.
El proceso judicial desembocó en una condena firme por parte de la Audiencia Provincial de Asturias a comienzos de 2015 de dos años y diez meses de cárcel por dos delitos de lesiones en el ámbito familiar y otro de detención ilegal, además de la prohibición de acercarse a menos de doscientos metros de su víctima durante tres años. La mujer renunció a cualquier tipo de indemnización.
Un año más tarde, cuando la condena adquirió firmeza, el Ministerio de Defensa decidió expulsar de la Guardia Civil a este sargento por una falta muy grave al haber sido condenado: una decisión que acaba de confirmar el Tribunal Supremo en una sentencia de la sección primera de la sala de lo Militar.
Los jueces explican que “no hace falta realizar un gran esfuerzo argumentativo” para deducir que los delitos por los que ha sido condenado justifican su expulsión de la Benemérita, añadiendo también que se produce “un grave daño para el crédito e imagen del Instituto Armado, y, en definitiva de la Administración, por el hecho de que uno de sus integrantes resulte condenado por tres delitos en la persona de su compañera sentimental”.
El número de atención a las víctimas de violencia machista es el 016 y no deja rastro en la factura.