Sepultado un hotel en los Abruzos italianos por un alud tras los seísmos
Según ha anunciado un miembro de los equipos de rescate, un hotel en la región de los Abruzos está sepultado pero los bomberos todavía no han conseguido llegar a decenas de municipios, que siguen incomunicados

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Roma
Los equipos de rescate han recuperado al menos tres cadáveres del interior del Hotel Rigopiano en localidad de Farindola, en la región de los Abruzos, que ha quedado sepultado por un alud de nieve tras los terremotos de este miércoles y donde se teme que haya muchos muertos. Uno de los integrantes del equipo de rescate que ha conseguido entrar en el hotel aseguró en declaraciones que recogen los medios de comunicación italianos que se teme que haya "muchos muertos".
Los medios de comunicación italianos que citan fuentes de los socorristas explican que se continúa excavando en el hotel, buscando a los desaparecidos, en condiciones "dificilísimas".
Protección Civil informa de que hay 35 personas desaparecidas, entre ellas los 22 huéspedes registrados en el hotel, en el macizo del Gran Sasso (a unos 1.300 metros de altura), en la cordillera de los Apeninos, y el personal que trabaja allí.
Los equipos de rescate se pusieron en marcha después de recibir algunos mensajes de texto en los que se advertía de la avalancha, pero las condiciones del tiempo, con intensas nevadas y más de cinco metros de nieve acumulados, han hecho muy difícil el ascenso.
Dos supervivientes
Sobre las cuatro de la madrugada de este jueves llegaron con esquíes los primeros equipos de rescate del Cuerpo de los Alpinos y rescataron a dos hombres (Giampiero Parete y Fabio Salzetta), dos de los huéspedes que se encontraban fuera del hotel durante el alud y que pudieron refugiarse en un coche y advertir de lo sucedido.
A la zona están también llegando algunas ambulancias y otros medios de rescate que se van abriendo paso lentamente gracias a quitanieves.
Según los primeros testimonios de los equipos de rescate, el hotel está parcialmente derrumbado y completamente sepultado bajo la nieve y se ven algunas luces, pero no llegan voces de su interior.




