'Bleturge' en el Café Gijón
Se acaba de publicar 'Una casa en Bleturge' de Isabel Bono, la novela ganadora del Premio Café Gijón 2016
Madrid
En el Café Gijón de Madrid, donde hace 68 años se sentaron Fernando Fernan Gómez, Gerardo Diego o Camilo José Cela, estaba hoy Isabel Bono, la última ganadora del premio que impulsaron estos desde el mítico café: el Premio de Novela Café Gijón. La obra ganadora, Una casa en Bleturge, se acaba de publicar en la editorial Siruela y, en apenas 10 días, ya va por la segunda edición.
En el fallo del jurado, que fue presidido por Rosa Regás y formado por Antonio Colinas, Marcos Giralt Torrente, José María Guelbenzu y Mercedes Monmany, se puso de manifiesto no solo la "indudable calidad literaria", sino también "el carácter sumamente original y exigente" que posee. "Esta es una novela distinta porque juega con un tratamiento rítimo de las sensaciones, de las emociones bastante diferente a los que es realismo puro, sin embargo, es realista", señala el escritor José María Guelbenzu en el desayuno de presentación que ha tenido lugar esta mañana en el Café Gijón. "Las frases son muy claras, es una escritura límpida, en la que no sobra nada; es un estupendo estilo literario", añade Monmany.
La soledad es la protagonista de esta novela que nos acerca a una familia que ha perdido un hijo (o un hermano): "cuando le dije a un amigo que iba a escribir sobre la familia me dijo 'ya lo ha dicho todo Shakespeare o Dostoievski' , vale, pero no tenían mi mirada... entonces esta es mi opinión sobre cómo son algunas familias ¡Nos echan a vivir con gente que hay que querer por narices!", explica Isabel Bono, una ama de casa malagueña que tras varios libros de poesía publicados se lanza a la novela.
Esta es una novela fragmentada, construida de manías y detalles de la vida cotidiana que acaban por retratar a los personajes: "No se sume en los pensamientos de los personajes, sino que a través de las acciones, por pequeñas que sean, les vamos viendo ser; esta es la dinámica que saca adelante la novela", explica Gelbenzu. "Yo escribo en fragmentos porque mi cerebro también va a fragmentos", explica Bono. "El proceso ha sido caótico, empecé a escribir fragmentos sin saber si iban a encajar, me presenté al Premio para que alguien me dijera si esto era una novela", reconoce. Y tanto que lo es.
Y, podrían preguntarse, cuál es la materia prima de una novela ganadora: "Caminar. Salgo a la calle me paseo, observo, pongo la oreja, me quedó con detalles o con dos o tres frases, y con eso construyo personajes y, luego, los pongo a convivir", explica Bono que, advierte, "esta es una novela lenta, nada corre en ella".
Son doscientas diez páginas lentas de fragmentos que acaban redundando en Bleturge: "Para algunos es una canción, para otros es arroparse con su manta preferida o ir con una amiga a tal sitio, qué sé yo... Bleturge es un refugio; para la protagonista de la novela es una casa, mi Bleturge es mientras estoy escribiendo", explica Bono. "Me gustaría que, leyendo este libro, la gente encontrará su Bleturge y que le pusiera nombre", concluye. Nada más que añadir.