El Nápoles devuelve al malogrado Peter Dubovsky al recuerdo del madridismo
El jugador, tristemente fallecido, marcó dos goles a los italianos el 28 de agosto de 1994
Peter Dubovsky no tuvo mucha suerte en el Real Madrid. No cuajó en las dos temporadas en las que formó parte de la primera plantilla del club blanco y en 1995 tuvo que marcharse al Oviedo para continuar su carrera. Pero antes de iniciar su segundo curso en el cuadro madridista, se reivindicó ante Jorge Valdano en un partido de pretemporada.
Ese duelo fue ante el Nápoles, el equipo al que se enfrentará este miércoles el Real Madrid en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones. Históricamente, los enfrentamientos entre ambos clubes siempre se resumen con aquellos de la UEFA de 1987. Oficiales, no hay más. Pero ambos clubes sí disputaron dos amistosos en 1994 y 2000 (1-1 en Alicante) en los que Dubovsky y otros jugadores fueron protagonistas.
El primero de esos duelos data del 28 de agosto de 1994 en un encuentro por el tercer puesto de la 40 edición del Trofeo Carranza de Cádiz. Después de empatar 0-0 en semifinales y perder en los penaltis frente al conjunto gaditano, el Real Madrid disputó el choque de consolación ante el Nápoles, al que goleó 4-1.
En aquel Real Madrid todavía sobrevivían los componentes de la "Quinta del Buitre". Míchel, Martín Vázquez, Sanchís y Butragueño alargaban juntos una generación que el curso anterior se estrelló con una cuarta posición en Liga que dejó muchas dudas.
Aquella temporada sería la primera de Jorge Valdano en el banquillo. Fue también el año que debutó Raúl González ante el Zaragoza en La Romareda. Ese Real Madrid, ganó aquella Liga con aportaciones importantes de nuevos fichajes como los del danés Michael Laudrup, el argentino Fernando Redondo y el extremo zurdo José Emilio Amavisca.
Para conseguir aquella Liga del curso 1994/1995, el Real Madrid hizo una pretemporada que incluyó su participación en el Trofeo Carranza. Participaron Cádiz, Sevilla, Real Madrid y Nápoles. Muchos esperaban que la final la disputarán los italianos contra el equipo de Valdano, pero ambos fueron eliminados y se vieron las caras en el partido por el tercer puesto.
Fue la segunda vez en toda su historia en la que ambos equipos se enfrentaron. Después de aquellos dieciseisavos de final de la Copa de la UEFA en el que el Real Madrid acabó con el Nápoles de Maradona en una eliminatoria que incluyó un partido sin público en el Bernabéu por sanción, volvieron a cruzarse en el camino.
Ese 28 de agosto de 1994, Valdano trataba de afinar su once para comenzar la Liga con garantías. Era el décimo amistoso del verano y por delante sólo tenía el Trofeo Bernabéu que disputó frente al Palmeiras justo dos días antes de iniciar el campeonato.
Con Redondo lesionado y con las alarmas encendidas con Butragueño ante su aparente ocaso, Valdano, que después se sacaría a Raúl de la chistera, probó a Luis Milla en el centro del campo y apostó por la dupla de ataque formada por el mismo Butragueño junto al eslovaco Peter Dubovsky. Alfonso Pérez y Zamorano, se quedaron en el banquillo.
Al final, el Real Madrid salió al césped del estadio Ramón de Carranza con Cañizares; Quique, Nando, Sanchís, Lasa; Luis Enrique, Milla, Sandro, Amavisca; Dubovsky y Butragueño. Enfrente, el Nápoles jugó con Tagliatela; Policano, Cannavaro, Pari, Luzardi; Tarantino, Bordin, Corini, Busso; Altomare y Rincón.
Fue el partido de los perdedores, pero de allí salieron dos ganadores: Milla y Dubovsky, que, sin embargo, después no fueron muy protagonistas en la Liga que ganó el Real Madrid. El primero inició el curso como titular pero la posterior recuperación de Redondo le sacó del once en 21 partidos de Liga; y el segundo, apenas disputó nueve partidos oficiales en los que sólo marcó un gol.
Aquellos dos goles al Nápoles
Pero ese día, Dubovsky disfrutó de 90 minutos en los que marcó dos tantos y se marcó un gran partido. Él se encargó de igualar el gol del colombiano Freddy Rincón (más tarde pasaría sin pena ni gloria por el Real Madrid), con una vaselina exquisita aplaudida por todo el público presente en el estadio del Cádiz.
Después, José Emilio Amavisca hizo el segundo justo antes del descanso y, en la reanudación, Dubovsky repitió diana tras aprovechar un centro de Amavisca desde la banda izquierda. La cuenta la cerró Alfonso, que salió al final para cerrar la goleada.
Murió seis años después
A Dubovsky, su partidazo no le sirvió para convencer a Valdano, que por delante puso a Zamorano, Alfonso, Raúl y Butragueño. El verano siguiente se marchó al Oviedo, donde jugó cinco temporadas antes de fallecer de forma trágica en Tailandia. Sólo seis años después de su reivindicación sin éxito ante el Nápoles, murió en Surat Thani tras despeñarse desde una altura de 20 metros cuando visitaba las cataratas de la isla de Ko Samui.
Fue el final más trágico posible para un jugador con una exquisita calidad que un día, ante el Nápoles, soñó con convencer a su entrenador para asentarse en el Real Madrid. No lo consiguió, pero, aunque fue en un partido menor, aquel otro encuentro ante el Nápoles muy olvidado, sirvió a Dubovsky para demostrar que tenía mucha calidad en su pie izquierdo. Un desgraciado accidente, se la llevó para siempre.