Europa apuesta por semáforos en el suelo para quienes vayan con el teléfono móvil

Madrid

La ciudad de Bodegraven, situada en los Países Bajos, es la última ciudad europea en instalar un semáforo en el suelo que se encarga de alertar a todos aquellos usuarios distraídos de teléfonos móviles que pretenden cruzar la carretera sin consultar previamente el color del semáforo.

Este proyecto, que por el momento tan solo funciona en Bodegraven como experiencia piloto, consta de una tira de LEDs en la acera que coincide con la línea de visión de la gente que mira fijamente su teléfono móvil. La tira de LEDs se volverá de color rojo o verde en sincronía con los semáforos. Es decir, cuando el semáforo esté en rojo, la tira pasará a reflejar un color rojizo. Mientras tanto, cuando la luz pase a ser de color verde, el dispositivo 'Plus Lighliness' hará lo propio.

Ha comenzado a probarse cerca de las escuelas

La prueba piloto se ha instalado, por el momento, en tan solo una intersección que se encuentra cerca de varias escuelas de la localidad, tal y como informa el diario local Gemeente Bodegaven Reuuwijk. No obstante, en caso de resultar exitoso, este dispositivo podría extenderse a otros municipios.

El miembro del consejo municipal Kees Oskam ha asegurado que cada vez más gente está distraída por culpa de los teléfonos móviles: "La atracción de los medios de comunicación social, los juegos, WhatsApp y la música es grande, y viene a expensas de la atención al tráfico. Como gobierno, no podemos invertir fácilmente esta tendencia, pero podemos anticiparla".

Ampliar

Cerrar

Siguiendo los pasos de varias ciudades europeas

Gracias a 'Plus Lightliness', la ciudad de Bodegraven se une a otras regiones europeas, quienes ya han instalado durante los últimos meses este tipo de dispositivos. Entre ellas destaca el Ayuntamiento barcelonés de Sant Cugat del Vallès, quien instaló el pasado mes de octubre uno de estos semáforos junto a la plaza Quatre Cantons de la localidad.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Esta iniciativa, que tiene como objetivo reforzar la seguridad, ha supuesto una inversión de 5.000 euros para el consistorio catalán, quien ha confirmado que no descarta instalar esta medida a otros puntos de la población con el objetivo de evitar posibles accidentes.