La Comunidad de Madrid reivindica la muñeca Barbie como un icono de la igualdad de género
La Fundación Canal de Isabel II inaugura una muestra sobre la muñeca de Mattel, a la que presenta como "baluarte de la feminidad" y ejemplo de "auto superación"
Madrid
"Barbie, reconocida a nivel mundial, es una gran desconocida en algunas de sus facetas más trascendentes". Es la primera línea que leemos en el dossier de prensa que nos entregan en la presentación, este miércoles, de la exposición "Barbie. Más allá de la muñeca". La muestra ha sido coproducida por la Fundación Canal y la empresa Mattel, con "la colaboración" de la empresa italiana 24 Ore Cultura. Preguntamos el presupuesto global de la muestra y la aportación de la Comunidad de Madrid: 110.000 euros. De ellos, 31.000 han sido para pagar el "margen comercial" de la empresa 24 Ore Cultura y 22.000 para el "desarrollo conceptual y comisariado" a cargo de Massimiliano Capella. La exposición se ha podido ver antes en Milán, Roma y Bolonia.
Buscamos esas "facetas trascendentes" y desconocidas en los folletos promocionales repartidos por la sala. Leemos: "Barbie revolucionó los patrones de juego de las niñas y durante casi 60 años les ha inspirado valores de igualdad de género, de auto superación, de integración racial y cultural (...) y todo ello sin dejar de lado su condición de referente de la moda y de baluarte de la feminidad". También se califica a la muñeca como "extraordinaria narradora de los cambios sociales de los últimos 60 años".
Año 1959. Mattel crea una muñeca muy distinta a los bebés a los que las niñas daban el biberón o cambiaban el pañal. Y en la sala de exposiciones de la Fundación Canal de Isabel II, teñida de color rosa chicle, vemos en las vitrinas los primeros modelos: Barbie con conjunto barbacoa, Barbie vamos de compras, Barbie noche de esplendor, Barbie vacaciones en Roma. Y Elena Sanjurjo, directora de Marketing de Mattel, nos explica qué supuso la aparición de Barbie en el universo infantil. Femenino, por supuesto: "Barbie ha sido una revolucionaria, revolucionó el mundo del juguete desde que nació y toda la exposición muestra las distintas facetas de Barbie, que no son sino la representación de lo que ha pasado en la sociedad".
Nerea Pérez de las Heras es periodista y autora del show cómico 'Feminismo para torpes". Cree que Barbie es, fundamentalmente "reaccionaria" porque se trata de "un juguete dirigido exclusivamente a niñas y pensar que a las personas nos gusta una cosa u otra según nuestro sexo es lo menos revolucionario que hay. Me puedes vender a Barbie como icono de moda o icono retro, pero ni revolucionaria ni, por supuesto, educativa".
Inspirada en Lilli, una muñeca alemana que se regalaba en las despedidas de soltero, Barbie irrumpe con su melena rubia, pecho, cintura de avispa y su extremada delgadez. ¿Es una muñeca con medidas de mujer real? ¿Es necesario que las tenga? ¿Su delgadez es un referente positivo para las niñas que juegan con ella? Sanjurjo considera que "es una muñeca hecha para que las niñas puedan vestirla y desvestirla con cierta facilidad y unas dimensiones. No es una muñeca anoréxica, esa es una lectura absolutamente adulta para sacar las cosas de contexto".
"Sea ingeniera o ejecutiva, Barbie va siempre monísima. Es guapa y delgadísima", explica Nerea Pérez de las Heras, "y el mensaje que transmite a las niñas es que vales por el aspecto que tienes y no por lo que haces. Las niñas que juegan con Barbie juegan con una modelo y tiene los cánones que luego se les van a imponer cuando sean adultas".
En la vitrina de los años 60 vemos a Barbie trabajadora, con falda de tubo roja; a Barbie reina de la noche y a Barbie cena a las 8. En los 80 se pone unos vaqueros, unos patines y ese trenzado mágico que hizo furor. También aparece la primera Barbie negra. Y ya en este siglo XXI vemos a Barbie icono pop, Barbie Ferrari o Barbie alfombra roja. Y Barbie no ha venido al mundo para ser una muerta de hambre. Tiene mil accesorios. Un mundo entero sólo para ella. Un cadillac rosa descapotable, casas, mascotas, bolsos, zapatos y ropa, mucha ropa...Y un novio, Ken, que también es un complemento.
El lema de la muñeca es 'Puedes ser todo lo que tú quieras'. Pero, aunque la vistan de astronauta, Barbie parece haber nacido no para ser, sino para tener lo que quiera. La directora de Marketing de Mattel señala: "Lo primero, Barbie es una muñeca, ¿vale? Y a Barbie siempre se la juzga desde un punto de vista adulto. Es verdad que tiene coches, tiene casas, tiene moda, porque son accesorios que permiten a las niñas crear historias. Desde un punto de vista adulto decimos que Barbie es una muñeca que no tiene posibilidad de ser real, pero es que las niñas no están pensando en esto cuando juegan con Barbie". Y añade, "a las niñas, una de las cosas que más les gusta es vestir y desvestir a sus muñecas, es un juego clásico, por eso Barbie tiene zapatos y bolsos, porque a las niñas les gusta. Lo fuerte de Barbie es que las niñas cuentan historias con la muñeca".
Para Nerea, "partimos de una premisa muy perversa y es el hecho de que a las niñas, por el hecho de ser niñas, de serie les gustan ciertas cosas, como la moda. Es al revés. Porque las niñas reciben mensajes dirigidos a ellas: tienes que ser cuidadora, delicada, guapa... Mensajes muy diferentes de los que reciben los niños: puedes ser creativo, deportista, violento... No es algo que demanden los niños por ser niños y las niñas por ser niñas. Si damos por buena esta diferencia en los juguetes, aceptamos entonces que haya trabajos de mujeres y de hombres, maneras de pensar de hombres y de mujeres. No es inocente dirigir a los niños y a las niñas hacia intereses diferentes, es la base misma de una sociedad desigual".
En 2016, 57 años después de crear a Barbie, Mattel sacó al mercado cuatro tipos de cuerpos distintos para la muñeca, distintas alturas, siete tonos de piel a alegir y más de veinte colores de ojos. Evelyn Mozzocco, una de las vicepresidentas de la compañía, dijo que tenían, con las niñas y sus padres, la "responsabilidad de reflejar una visión más amplia de la belleza". Las ventas, por supuesto, iban cayendo desde 2012.
"Hay estudios que demuestran que las niñas, a partir de los seis años, pierden la confianza en sí mismas", dice Elena Sanjurjo, que cree que "Barbie es un instrumento para que esto no sea así". "Es todo lo contrario", cree Nerea, porque el mensaje de este tipo de juguetes "es ojo con lo que haces, no te pases de lista, que tu valor está en tu aspecto. Y esto se lo van a encontrar de adultas, pero ya han jugado con ello. Los comportamientos sexistas, si los has mamado, son más difíciles de reconocer luego".