Trump declara la guerra a las filtraciones
El presidente encarga al Departamento de Justicia una investigación sobre las filtraciones
La esperpéntica rueda de prensa de Trump
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha encargado al Departamento de Justicia que abra una investigación para averiguar el origen de las filtraciones divulgadas en las últimas semanas por los medios, a los que no ha dudado de acusar de "deshonestos" en una tensa rueda de prensa.
Aunque ha negado la veracidad de informaciones como la que revela supuestos contactos con Rusia. ha insistido en que se toma "muy en serio" el asunto. "Las filtraciones son reales, las noticias son falsas", ha llegado a decir durante una comparecencia de más de una hora en la Casa Blanca.
Se trata, ha añadido, de "filtraciones criminales", por lo que ha sugerido que los responsables deberán rendir cuentas de sus actos, especialmente cuando pueda tratarse de "información clasificada" y afectar al desarrollo de la política o la seguridad de Estados Unidos. "Las filtraciones, incluso de información clasificada, han sido un gran problema en Washington durante años", ha criticado Trump en su cuenta de Twitter antes de la rueda de prensa.
"Vamos a encontrar a los responsables de las filtraciones y van a pagar un gran precio por haber filtrado" información, había resaltado Trump minutos antes de la rueda de prensa. Además, el presidente estudia nombrar a uno de sus aliados, el multimillonario neoyorquino Stephen Feinberg, para liderar una revisión profunda de las agencias de inteligencia, según publica The New York Times.
El caso Flynn
Trump ha asegurado que su antiguo asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, no hizo "nada malo" al mantener contactos con el embajador ruso en diciembre y ha atribuido su cese a la ocultación de información al vicepresidente, Mike Pence. "No creo que hiciese nada malo. En caso de hacer algo, habría sido bueno", ha dicho Trump, antes de defender la necesidad de dialogar con Rusia, incluso antes de la investidura formal en enero.
El presidente, no obstante, ha aclarado que no encargó a Flynn --"una buena persona"-- que hablase con el embajador de Rusia en Washington sobre las sanciones impuestas por la Administración de Barack Obama, aunque acto seguido ha matizado que tampoco lo ve como algo malo. Según el presidente, el problema con Flynn no fueron los contactos co el embajador sino que ocultó información a Pence y después aseguró que "no lo recordaba".
Las relaciones entre los miembros de la actual Administración de Estados Unidos y el Gobierno ruso han sido una constante en las preguntas de los periodistas presentes en la tensa comparecencia. Trump ha subrayado "sin duda" que ningún miembro de su campaña contactó con Moscú y se ha desmarcado él personalmente de un país donde dice no tener ni préstamos ni acuerdos pendientes: "No he hecho una llamada de teléfono a Rusia en años".